2Sam 12, 1-7. 10-17; Sal 50; Mc 4, 35-41.
¡Pasemos a la otra orilla!
Jesús pide a los discípulos que vayan a la otra orilla. ¿Qué es pasar a la otra orilla? Hace referencia alpaso delmar Rojo y la travesíadeldesierto. Aquellos “pasos”, a pesar de los peligros, la incertidumbre, el riesgo, la sed y el hambre… que supusieron, les llevaron a la tierra prometida.
Es una invitación a la universalidad del mensaje de salvación. Es la invitación a salir de nosotros mismos, de nuestras seguridades, de nuestro encerramiento, de nuestro pequeño mundo para ver el mundo de los demás y tender la mano a quien te necesita. ¿Cuáles son esas otras orillas de la vida nuestra y de los demás a las que es preciso pasar?
Por otra parte la necesidad extrema obliga a los apóstoles a pedir ayuda a Jesús como último recurso. “¿No te importa que nos hundamos?” Las palabras que le dirigen nos indican su estado de ánimo. No dudan que Jesús pueda salvarlos, dudan que esté interesado en hacerlo, lo cual es el colmo de la desconfianza. Es dudar de su amor y de su presencia.
Pasemos a la otra orilla, es estar conscientes que Jesús es quien nos hace la invitación, y que por tanto va también en nuestra barca. Es ir haciendo la travesía de nuestra vida afrontando los riesgos, los peligros… pero con la presencia de Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín, cm
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