“Jesús se levantó, salió y fue a un lugar solitario donde se puso a orar”
1Sam 3, 1-10.19-20; Sal 39; Mc 1, 29-39.
Jesús entra en la vida de las personas que le permiten entrar, unos lo harán por necesidad, buscando una curación, el perdón de sus pecados. Otros en cambio le dejarán entrar en su corazón poco a poco, casi por curiosidad, “como quien no quiere la cosa…” sin darse cuenta va siendo parte de su vida. Podemos preguntarnos, ¿de cuáles somos?
Jesús nos ha llamado amigos y con los amigos se está, no por necesidad, sino por “estar bien” Así es como hay que estar con Él, no solo por necesidad, sino por estar bien en la vida que llevamos. Nuestra relación con él debe ser construida día a día, paso a paso, oración a oración, ejemplo a ejemplo. Y no acordarnos de él sólo cuando el agua la tengamos al cuello. Él mismo lo dijo a sus discípulos: No los llamo siervos, sino amigos (Jn 15,15).
Jesús siempre está ahí ayudándonos aunque no lo notemos. Es su persona la que nos ilumina y nos anima a seguirlo e imitarlo. Cuando el mundo se nos hace cuesta arriba, recordémoslo cargando la pesada cruz; cuando parezca que nadie nos escucha, miremos al cielo como él hizo tantas veces al sentirse solo; cuando estemos enfermos recordemos que también él sufrió y que el sufrimiento con él es parte de nuestra condición humana.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín, cm
Sería muy bueno que tuvieran una aplicación ya que esto nos ayudaría a que en el día a día podamos estar informados sobre todo lo que acontece en la familia vicenciana y Sería muy bueno tener los evangelios a la mano siempre como en el evangelio y vida habitual pero en una aplicación.