Si hasta ahora nos hemos fijado en nuestra familia natural, en estos tres últimos días nos vamos a fijar en la Familia Vicenciana.
San Vicente ha generado un impulso de caridad que dura siglos: un impulso que brotó de su corazón.
ADORAR: Ir a la fuente misma del amor. Dedicarse a la oración. Ponerse ante el Señor con calma y en silencio. Cultivar la vida interior.
ACOGER: Quien acoge renuncia al yo y hace entrar en la vida el tú y el nosotros. Ser personas acogedoras es ser personas disponibles, acostumbradas a darse a los demás.
ANDAR: nuestra vocación es ir, no a una parroquia y ni siquiera a una diócesis, sino por toda la tierra. El amor es dinámico, sale de sí. Quien ama no está sentado. “El amor es inventivo hasta el infinito”.
MONICIÓN DE ENTRADA
Si hasta ahora nos hemos fijado en nuestra familia natural, en estos tres últimos días nos vamos a fijar en la Familia Vicenciana. Más de 10.000 miembros de esta Familia nos reunimos con el Papa Francisco el 14 de octubre en la Plaza de San Pedro. Emoción en los asistentes, emoción en los cantos, en la coreografía, en los testimonios, expectativas, silencio, fotografías y oración ante la entrada del Corazón de San Vicente de Paúl, que a través de los pasillos de la Plaza, ocupa un lugar destacado y visible y donde se acerca el Papa a orar, acoger y andar, a orar “ante el sol de caridad que ilumina vencedor”… También nosotros en esta celebración tenemos la reliquia del Santo (entrada con la reliquia).
ORACIÓN COLECTA
Oh Dios, Salvador de los hombres, que, por medio de la bienaventurada Virgen María, arca de la nueva alianza, llevaste la salvación y el gozo a la casa de Isabel, concédenos ser dóciles a la inspiración del Espíritu para poder llevar a Cristo a los hermanos y proclamar tu grandeza con nuestras alabanzas y la santidad de nuestras costumbres. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA: (Zacarías 2,14-17)
Lectura de la profecía de Zacarías
Alégrate y goza, hija de Sion, que yo vengo a habitar dentro de ti -oráculo del Señor-.
Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío.
Habitaré en medio de ti; y comprenderás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.
El Señor tomará posesión de Judá sobre la tierra santa y elegirá de nuevo a Jerusalén.
Calle toda carne ante el Señor, cuando se levanta en su santa morada.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
Me alegro con mi Dios.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. R.
A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia. R.
ALELUYA
Aleluya, aleluya
Toda hermosa eres, María,
y no hay en ti mancha original.
EVANGELIO (Lucas 1, 39-47)
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: .- “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo:
-«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.»
Palabra del Señor
SUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA
- Las lecturas que se acaban de proclamar, rezuman alegría: Alégrate hija de Sión, se alegra mi espíritu en Dios mi SALVADOR. En el evangelio, María adora los planes de Dios, y al recibir el anuncio del ángel Gabriel, llena de alegría, acoge la Palabra y la lleva a su prima Isabel. Esa alegría la expresa en el Magníficat. Es alegría de María, pero también alegría de Isabel y del niño que salta de alegría en su vientre. Es la alegría de dos mujeres que están llenas de Evangelio. Han acogido la palabra de Dios y la darán a luz. En ellas, Dios ha visitado a su pueblo, ha cumplido su promesa y ellas, colaboran en el plan de Dios. A eso somos invitados en esta Novena.
- Estas actitudes de María e Isabel: adorar, acoger y andar, que aparecen en las lecturas de hoy, son las que glosa el Papa, como propias de Vicente de Paúl y con las que el Papa nos da un mensaje breve, conciso y directo a los vicencianos. Destacamos algunas frases del discurso:
San Vicente ha generado un impulso de caridad que dura siglos: un impulso que brotó de su corazón.
ADORAR: Ir a la fuente misma del amor. Dedicarse a la oración. Ponerse ante el Señor con calma y en silencio. Cultivar la vida interior.
ACOGER: Quien acoge renuncia al yo y hace entrar en la vida el tú y el nosotros. Ser personas acogedoras es ser personas disponibles, acostumbradas a darse a los demás.
ANDAR: Nuestra vocación es ir, no a una parroquia y ni siquiera a una diócesis, sino por toda la tierra. El amor es dinámico, sale de sí. Quien ama no está sentado. - María visitó a su prima Isabel pero a través de la visita domiciliaria, sigue visitando a las familias que la reciben en su casa. También aquí se cumplen los tres verbos del Papa Francisco: la acogida, de donde a mí que la madre del Señor venga a visitarme. El discípulo la recibió en su casa. Las familias la acogen un día al mes, le encienden una luz, le rezan la jaculatoria en particular y en familia. Llena la casa de reflexión alegría y belleza. Suscita esperanza y ayuda en las dificultades. Es una Iglesia doméstica que sale a llevarla a otra familia para hacerla partícipe de la alegría y la salvación. La Asociación de la Medalla Milagrosa es la más numerosa de todos los grupos que forman la familia vicenciana y la más variada: Aquí hay niños, jóvenes, ancianos, enfermos, matrimonios, creyentes y no creyentes. María no discrimina. Es madre de todos.
- Oración de Benedicto XVI:
“María, Madre del Sí, tú has escuchado a Jesús
y conoces el timbre de su voz y los latidos de su corazón.
Estrella de la mañana, háblanos de él y cuéntanos cómo es tu camino para seguirle por la senda de la fe.
María, que en Nazaret viviste con Jesús, imprime en nuestra vida tus sentimientos, tu docilidad, tu silencio que escucha y haz florecer la Palabra en opciones de auténtica libertad.
María, háblanos de Jesús, para que la frescura de nuestra fe brille en nuestros ojos y caliente el corazón de quien se encuentre con nosotros, como lo hiciste al visitar a Isabel, que en la ancianidad se alegró contigo por el don de la vida.
María, Virgen del Magníficat, ayúdanos a llevar la alegría al mundo y, como en Caná, lleva a todo el que está comprometido en el servicio a los hermanos, a hacer sólo lo que Jesús diga.
María, dirige tu mirada a la Asociación de la Milagrosa, Para que sea terreno fecundo de la Iglesia.
Reza para que Jesús, muerto y resucitado, renazca de nosotros y nos transforme en una noche llena de luz, llena de él.
María, Virgen Milagrosa, puerta del cielo, ayúdanos a elevar la mirada. Queremos ver a Jesús. Hablar con él y anunciar a todos su amor”.
ORACIÓN UNIVERSAL
Sacerdote: Por intercesión de María, oremos a Dios Padre.
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros, rogad por nosotros, que recurrimos a Vos!
- Por la Iglesia, que lleva en su seno, como María, a Jesús, salvación para el mundo entero. Roguemos al Señor.
- Por los que viven solos, desamparados, ignorados de sus parientes y vecinos. Roguemos al Señor.
- Por las madres en período de gestación. Roguemos al Señor.
- Por todos los misioneros y misioneras de la Familia Vicenciana, para que experimenten nuestra solidaridad en forma de oración y de apoyo a la misión que realizan en medio de los pobres. Roguemos al Señor.
- Por nosotros y por nuestras familias, recordando hoy el ejemplo admirable de María Virgen pobre y humilde que visita a su pariente Isabel y se pone a su Roguemos al Señor.
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros, rogad por nosotros, que recurrimos a Vos!
Sacerdote: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de Ti. Por Jesucristo Nuestro Señor.
ORACIÓN EN LA PRESENTACIÓN DE DONES
El mismo Espíritu Santo, que formó a la Virgen María como nueva criatura, para que de ella, inundada del rocío celestial, naciera Jesucristo, tu Hijo, el fruto de la salvación, santifique ahora, Señor, nuestros dones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
- El Señor esté con vosotros.
- y con tu espíritu.
- Levantemos el corazón.
- Lo tenemos levantado hacia el Señor.
- Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
- Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que por las palabras proféticas de Isabel, movida por el Espíritu Santo, nos manifiestas la grandeza de la Virgen santa María. Porque ella, por su fe en la salvación prometida, es saludada como dichosa, y por su actitud de servicio es reconocida como Madre del Señor por la madre del que le iba a preceder. Por eso, unidos con alegría al cántico de la Madre de Dios, proclamamos tu grandeza, cantando con los ángeles y los santos:
Santo, Santo, Santo …
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tu Iglesia, Señor, nutrida en los sacramentos divinos y llena del Espíritu Santo, vaya gozosa al encuentro de todos los pueblos, para que, al oír la palabra de salvación, se alegren por la redención cumplida y reconozcan a Cristo como su Salvador. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
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