Nuestra Familia tiene muchos jóvenes en las diferentes ramas que la componen: son una riqueza y la esperanza de que el carisma vicenciano sigue vivo y presente entre los pobres de nuestra sociedad. He aquí uno de los muchos ejemplos que se pueden poner: un nuevo grupo de muchachos y muchachas que desean seguir a Jesucristo en los pasos de san Vicente de Paúl, bajo el ejemplo del beato Federico Ozanam:

El pasado viernes veintisiete de octubre, en el Colegio Madre de Dios, donde las Hijas de la Caridad sirven en Jerez de la Frontera (España), asistíamos al nacimiento de la Conferencia Santa Catalina Labouré.

Catorce Jóvenes, de entre quince y diecinueve años, daban un “SÍ” valiente como grupo de amigos que emprenden una etapa con dos objetivos comunes: Amar al Prójimo, sanando y curando “sus heridas” y Amarse, en la dimensión de la Cruz, entre ellos, como Cristo nos amó a nosotros. Podían haber elegido estar en cualquier grupo, asociación… pero se han enamorado de un carisma concreto, el Carisma que dejó “como herencia” Vicente de Paúl; podían haber optado por cualquier rama de la Familia Vicenciana, pero se han enamorado de la vida y obra del beato Federico Ozanam, joven como ellos y, por qué no decirlo… “empujados” a esta hermosa tarea de servir, por una Hija de la Caridad: Federico conoció a sor Rosalía Rendú y hoy estos Jóvenes han tenido la suerte de conocer a sor Amelia, sor Leonor, sor Salud, sor Lourdes, sor Ana María… que han propiciado que esta “llama ardiente de la Caridad no se apague”.

«Dejamos atrás indecisión, incertidumbre, miedo…, ante lo desconocido y ponemos todas nuestras energías en una vida de servicio, ardua en algunos momentos, pero siempre con la mirada puesta en el horizonte de Aquél que todo lo puede en todos: Cristo, Servidor de los Pobres».

Queridos Juan Manuel, David, Lola, José, Marina, Ana, Paqui, David, María, Alba, Laura, Ariadna, Inmaculada y Pablo: ¡¡¡BIENVENIDOS!!!

Permitidme terminar con una frase del beato Federico Ozanam, para que nos interpele a todos, jóvenes y mayores, a modo de que sea un “guion” en medio de nuestra vida: “La bendición de los pobres es de Dios… vayamos a los pobres”.

Con afecto,

Francisco Holgado Ruiz,
Presidente del Consejo de Zona de Cádiz,
Sociedad de San Vicente de Paúl

Fuente: http://ssvp.es/