1Re 19, 9.11-13; Sal 84; Rom 9, 1-5; Mt 14, 22-33.
“Soy yo, no tengan miedo”
El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad.
Entendiendo que el miedo es natural, podemos sin embargo actuar sin cobardía apoyados en Jesús, que camina a nuestro lado.
El miedo, si no lo vencemos, es una fábrica de excusas para no comprometernos en la comunidad, en la familia en la parroquia. El cobarde se mantiene al margen, no es atrevido o se mantiene en su zona de confort.
El que tiene fe, aunque se equivoque, se arriesga y vive su aventura de manera plena. Descubre que cada vez aprende más y más en cada paso que da. El que tiene fe, contagia a los demás de sus “locuras” y de su confianza en Dios, en sí mismo y en los demás.
La fe y confianza en Jesús no defrauda y por eso podemos decir en los momentos difíciles: “Creo, Señor, pero aumenta mi fe” (Mc. 9, 20ss).
Y tú: ¿tienes fe o eres cobarde?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
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