Ex 33, 7-11; Sal 102; Mt 13, 36-43.
“Así como recogen la cizaña y la queman, así será el fin del mundo”
Muy apreciados lectores de Evangelio y Vida, durante este mes de agosto la liturgia de la Palabra nos enriquece, de manera general, con el evangelio de San Mateo. Éste tiene como característica principal mostrarnos a Jesús como “Maestro”, el que nos enseña y nos muestra el camino verdadero que necesitamos recorrer en su fiel seguimiento.
El seguimiento de Jesús implica tomar firmes y radicales decisiones de manera constante. Es por eso que, durante este mes, reflexionaremos en lo que va dando sentido a nuestra vida en relación con Jesús.
La cizaña es una planta de tallo ramoso, hojas estrechas y espigas anchas; crece espontáneamente en los sembrados y es muy difícil de extirpar. Jesús habla de ella como contraria a las buenas cosechas.
En las Misiones Populares nos encontramos con mucha“cizaña” por doquier: en el propio corazón, en la familia, en los grupos, en la comunidad y en la sociedad. Cizaña que sí, es difícil de extirpar, pero no imposible cuando le permitimos a Dios quitarla. Y tú:
¿Qué haces con la cizaña?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
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