En un reciente artículo aparecido en Stanford Social Innovation Review, Marina Gorbis escribió:

Yo diría que estamos viviendo nuestro propio «momento Gutenberg», un momento de transformación para nuestras herramientas fundamentales de creación, expresión y para intercambiar información, ideas y conocimientos. Y, al igual que la invención de la imprenta, el surgimiento de las herramientas de comunicación digital probablemente conducirá a múltiples revoluciones, en la forma cómo se gobierna, se aprende y se organiza nuestra economía.

Sus ideas dan en el blanco, dada nuestra situación sociopolítica contemporánea.

A la luz de la difusión actual de ‘noticias falsas’ y debates sobre la sociedad post-verdad, he estado releyendo la historia de la imprenta, invención de Johannes Gutenberg que se remonta a mediados del siglo XV. Probablemente la exploración más exhaustiva del asunto está en la obra en dos volúmenes The Printing Press as an Agent of Change, de Elisabeth Eisenstein. En sus escritos, Eisenstein se refiere a la «Revolución no reconocida» que siguió a la invención de Gutenberg, que abarcó no sólo la Reforma Protestante, sino también el Renacimiento y la Revolución científica. Los medios impresos permitieron que el público en general tuviera acceso a ideas e información que antes no tenían a su disposición, lo que a su vez llevó al crecimiento del conocimiento público y permitió a los individuos formular y compartir sus propios pensamientos, independientes de la iglesia. Así, las autoridades no eclesiásticas y las influencias crecieron, y las artes y las ciencias prosperaron.

Eisenstein continúa explicando:

«Los cambios en la era de la información serán tan dramáticos como los de la Edad Media en Europa», escribió James A. Dewar en un artículo de investigación de 1998 publicado en RAND y titulado “The Information Age and the Printing Press: Looking Backward to See Ahead” [La era de la información y la imprenta: mirar hacia atrás para ver hacia adelante]. A un nivel muy profundo, los cambios en nuestras herramientas y tecnologías de comunicaciones básicas alteran la dinámica de poder existente; ellos redefinen quién tiene el poder de la voz, el poder de dar forma a nuestras narrativas dominantes, y el poder de influir en cómo pensamos y actuamos. A pesar de reconocer que probablemente veremos cambios sociales dramáticos, Dewar advierte que tales cambios serán el resultado de consecuencias no intencionadas de los avances tecnológicos, en lugar de un diseño tecnológico deliberado, como fue el caso en el pasado. «La Reforma Protestante y el cambio de un universo centrado en la tierra a un universo centrado en el sol fueron consecuencias no deseadas de la era de la imprenta», escribió. Estas consecuencias imprevistas probablemente rediseñarán los elementos básicos de nuestra sociedad y cultura.

Puedes leer este largo pero importante artículo aquí (en inglés). Y después…