La vida comienza cuando la entregas. Seguir a Jesús no es fácil, pero es lo que llena de plenitud nuestra existencia.
Reflexionemos:
- ¿Puedo recordar en qué momento o momentos de mi vida me encontré con especial intensidad con el Señor? ¿Transformaron mi vida esos encuentros?
- ¿Qué lugar ocupa Jesucristo en mi vida? ¿Un lugar privilegiado… uno secundario?
- La sociedad, el ambiente, mi entorno… ¿me ayuda o me frena a la hora de trabajar por el Reinado de Dios?
Vida
Yo era un tipo relativamente bueno,
mejor dicho, yo era un pobre diablo más.
Tenía llena la barriga y la conciencia tan tranquila
que llegué a sentirme bueno de verdad.
Hasta que un día, tocando esta guitarra,
me hablaron de un tipo flaco y pelucón
y de tanto ser contreras, yo que no quería problemas
me metí en esta locura del Señor.
Y fue allí donde comenzó la vida,
y la vida se decidió a vivir,
y viviendo se construyó la historia
que tú ya sabes de memoria por que tiene algo de ti.
Me dio un fuerte cristianitis aguda,
tan aguda que jamas llegué a sanar
y junto a otros desahuciados nos conseguimos un barco
y nos fuimos a buscar la libertad.
Y somos felices juntos navegando
a pesar de las tormentas de altamar
y un amor puro y sincero, que encontré en un aguacero,
me enseñó a decir «te quiero» de verdad.
Y fue allí donde comenzó la vida,
y la vida se decidió a vivir,
y viviendo se construyó la historia
que tú ya sabes de memoria por que tiene algo de ti.
Y ahora quieren que me baje de mi barca,
que de Cristo no me voy a alimentar,
que tengo que hacer realista, digo mejor materialista,
y a ese suicidarse llaman «sociedad».
Y aunque voy a hacerle frente a la vida
de Jesús nadie me podrá separar
y en cada fin de semana
mi amor y yo y mi guitarra iremos a visitar la libertad.
Música y letra: Luis Enrique Ascoy.
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