Las Hijas de la Caridad han estado presentes en la República Democrática del Congo por más de 90 años. Las personas que viven en Kinshasa, capital del Congo, vienen de diferentes partes del país. Aunque el 64% de la población de Lemba es educada, sólo alrededor del 3% tienen un emploadecuado. De hecho, el ingreso familiar promedio es menos de 1 dólar por día, y en consecuencia hay muchos mendigos.
Las Hijas de la Caridad prestan servicios sanitarios, llevan un hogar para niños de la calle, ofrecen programas de desarrollo para mujeres, niñas y jóvenes, y proveen de servicios sociales. Las personas en Lemba viven en un ambiente sucio y poco saludable porque carecen de la comprensión, los esfuerzos coordinados y la capacidad de cuidar el medio ambiente. A principios de 2016, las Hermanas comenzaron un programa llamado Red Jóvenes para el Desarrollo para concienciar a la comunidad y educar a los jóvenes desde los niveles secundarios a universitarios. Un componente crítico del programa es involucrar a los jóvenes, orquestando acciones prácticas y directas para mejorar su ambiente comunitario. Por ejemplo, las Hermanas comparten la miríada de beneficios de limpiar su comunidad de la basura y el tizón que llenan las calles y canales. Esto ayuda a toda la gente local directamente y también capacita a los jóvenes para convertirse en agentes activos del cambio. La Red Jóvenes para el Desarrollo (JCD) colabora con USAID, ASD y el gobierno a través de las autoridades municipales, así como con la parroquia local.
La coordinadora del programa, la Hija de la Caridad Sor Germaine, HC, describe las actividades del programa:
Agradecemos de corazón el apoyo inicial a nuestro programa «Cambio Climático y Educación para el Desarrollo Sostenible», que recibió su bendición oficial y apertura de las actividades públicas el 4 de octubre de 2016. Tuvimos una Santa Misa en la Parroquia Notre Dame d’Afrique, a la que asistieron 5 sacerdotes, las Hijas de la Caridad, jóvenes católicos y no católicos, amigos de la juventud, dirigentes del municipio de Lemba, niñas del Campamento de Kabila y feligreses de Notre Dame. Después, el Padre bendijo los materiales que se usaban para el trabajo de limpieza de las canaletas del camino, y todos confraternizaron en la sala parroquial con discursos y refrescos.
Al día siguiente comenzamos a abordar el tremendo trabajo de limpieza. No es un trabajo fácil o agradable, pero me conmovió muy el entusiasmo y el coraje de la gente y también de las autoridades municipales que trabajaron lado a lado junto con la gente. Nuestro equipo de la organización juvenil también estuvo muy activo. Recibimos una buena respuesta de las cartas que habíamos enviado previamente, invitando a la gente de Lemba a prestar asistencia a esta obra pública. Muchos respondieron positivamente y estaban felices de ver el trabajo comenzado.
El trabajo continúa y realmente necesitamos sus oraciones».
Fuente: http://www.daughtersips.org/experience/
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