Vicente hizo mucho dando en cada momento el siguiente paso adecuado.
J. Patrick Murphy escribe en Mr. Vincent…
Los historiadores describen el clima, durante la vida de Vicente, como una pequeña edad de hielo. La mitad de las cosechas se perdieron; la inanición era rampante; el número de pobres aumentó de manera exponencial.
¿Te suena familiar?
Nuestro diario de noticias es muy alarmante a veces. Pero es importante tener en cuenta que esta no es la primera vez que la gente se ha sentido abrumada.
En el mundo de Vicente las crueles guerras de religión dividían a los pueblos. La monarquía elevó los impuestos y se endeudó fuertemente, en un esfuerzo para cubrir el aumento del costo de la guerra. La mayor parte del dinero recaudado fue para los ejércitos y la defensa, los subsidios a los aliados, o para el pago de intereses de los préstamos que habían financiado las guerras anteriores.
Naturalmente, los pobres fueron los que sufrieron más. Se estima que más o menos el 10% de las personas poseían los bienes suficientes como para garantizarse las comidas regulares y adecuadas, mientras que el 90% no los tenían.
A todo esto J.Patrick Murphy ofrece la siguiente lección de Vincent.
Lección: Está bien tener un desafío abrumador en la vida. Aún teniéndolo, se puede marcar la diferencia.
El obispo Robert Barron observa:
“No creo que San Vicente había trazado y planeado en su menteel fundar tantas instituciones, grupos u órdenes… Más bien, dijo «sí» a las personas pobres que fueron a él… Reconoció a Cristo en la necesidad del momento, dijo sí a la invitación y dio un paso. Hizo algo!»
Cristo sigue naciendo en los lugares pobres y abandonados de nuestro mundo. Cuando vamos a los pobres nos encontraremos con Cristo. Puede que no tengamos un plan maestro o que nos hayamos preocupado de cada detalle; sólo tenemos que decir «sí» a la invitación en cada momento. San Vicente lo hizo y se encontró con Cristo. Se transformó su vida y su vida continúa transformando nuestro mundo.
De hecho, tan sorprendentes eran las actividades de Vicente que el predicador de su funeral, Henri de Maupas du Tour, declaró: «Él casi transformó el rostro de la Iglesia»
Todo por dar en cada momento el siguiente paso adecuado.
Pocos santos han sido tan eficaces como San Vicente. Organizó obras prácticas de Caridad, fundó no sólo una comunidad de sacerdotes dedicados a la evangelización de los pobres, sino también a las Hijas de la Caridad. En esta última fundación tuvo éxito donde fracasó San Francisco de Sales, superando las restricciones de la ley de la iglesia para que las mujeres se involucrasen en el ministerio práctico fuera de los conventos. Él formó generaciones de sacerdotes. Organizó los esfuerzos inmensos de auxilio en tiempos de guerra, rescató a un sinnúmero de niños abandonados, cambió las actitudes hacia los presos. Y, sí, dio de comer a miles de personas cada día.
Todo por dar en cada momento el siguiente paso adecuado.
Puede que no seamos capaces de lograr tanto. Pero todos podemos dar el siguiente paso adecuado… dándonos cuenta de que algo debe hacerse y haciéndonos la pregunta tan vicenciana: ¿QUÉ DEBO HACER?
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