Estimada Familia Vicenciana,
Quisiera aprovechar esta oportunidad para darles a conocer los progresos de la Peregrinación de las Reliquias de la Beata Marta Wiecka, actualmente en curso por Ucrania. El Estado de Ucrania está pasando por momentos difíciles hoy en día —es un tiempo de pruebas y sufrimientos—. Es un tiempo en el que muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares; muchos corazones están heridos por la guerra que actualmente está sucediendo en el este de Ucrania. ¿Qué puede ayudar a recuperarse de los efectos de la guerra? Probablemente sólo la Palabra de Dios y sus medicinas, que son el Amor y la Misericordia.
El tema de la peregrinación es «El valor de la Misericordia». Precisamente con esta virtud la Beata Marta Wiecka luchó y ganó los corazones humanos para el Señor. Hoy en día, mientras se suceden las visitas de las reliquias a diferentes parroquias de Ucrania y seguimos el ejemplo de la beata Marta, tenemos la oportunidad de llevar alivio a los que sufren y están solos. Podemos mostrarles que no estamos solos en este mundo, sino que pertenecemos al Cuerpo Místico de Cristo, Su Iglesia, que está llamada a ser una comunidad de amor.
La Peregrinación de las Reliquias fue inaugurada por el Excmo. Mieczyslaw Mokrzycki, Metropolitano de Lviv, en la tumba de la beata Marta, durante la Peregrinación Anual de la Familia Vicenciana a la tumba de la beata Marta. A partir de ahí, las reliquias han sido transportadas al este de Ucrania, y están visitando las parroquias mientras caminan de regreso a su sepulcro.
La Peregrinación, ante todo, se ha hecho coincidir con el 400 aniversario del nacimiento de nuestro carisma vicenciano, y gracias a la Providencia de Dios, también se ha combinado con el Año Jubilar de la Misericordia y el Año de la Colaboración de la Familia Vicenciana. Durante su visita a parroquias católicas y greco-católicas, compartimos nuestro carisma, en primer lugar, no sólo hablando de ella, sino también ofreciendo posibilidades reales para su puesta en práctica. Dentro del alcance de esta Peregrinación ya hemos tenido éxito con la participación de las Hijas de la Caridad, JMV, la Sociedad de San Vicente de Paúl y las Hermanas Marianas. La experiencia demuestra que podemos hacer muchas cosas útiles juntos, como Familia Vicenciana, para hablar a este mundo en términos de la virtud de la Misericordia, nuestro carisma. Sin embargo, es importante que no caigamos en la tentación de ocuparnos sólo por la exaltación de nuestra rama de la Familia Vicenciana. Más bien, hay que tener en cuenta el hecho de que todos juntos formamos la Iglesia y, por lo tanto, estamos llamados a glorificar a Jesucristo, que es la cabeza de la Iglesia, con todas nuestras acciones o nuestro carisma. No hay que esperar alguien haga algo por nosotros, sino que, desde nuestros dones y habilidades, dar lugar a la obra de salvación.
Así vivió la beata Marta Wiecka. Ella vuelve a nosotros ahora como un testigo eficaz de la Misericordia. Ella nos da la oportunidad de sentir que no estamos solos, porque través de la presencia de la Misericordia en este mundo podemos también sentir mejor la presencia de Dios en este mundo.
Seamos, pues, los que hacen presente a Dios en sus comunidades. Pero, ¿cómo podemos hacer eso? ¡En la beata Marta encontramos la respuesta correcta!
P. Serhii Pavlish, CM,
Coordinador de la Peregrinación de las Reliquias
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