Jacey Diez, estudiante dedicada al servicio Vicenciano, está en el último año de estudios en la Universidad de Niágara, especializándose en la Enseñanza del Inglés como Segundo Idioma (K-12) y en Educación Primaria (6-12), con una especialización en actuación teatral.

Los pobres tienen mucho que enseñarte, y usted tiene mucho que aprender de ellos.
(San Vicente de Paúl)

Como estudiante de último año en TESOL [profesor de inglés para estudiantes de otros idiomas] y Educación Primaria, en la Universidad de Niagara (NY, EE.UU.), trabajar con niños es, sin lugar a dudas, una de mis pasiones. Pasar los tiempos de vacaciones de la universidad de una manera alternativa, como voluntaria en las aulas de todo el mundo, me ha ayudado a desarrollarme futuro profesor al infundir un profundo sentido de esperanza hacia el futuro, y a reforzar la razón por la que quiero llegar a ser maestra de TESOL: para marcar la diferencia e inspirar las mentes jóvenes a querer aprender.

Jessica Tobin y Jacey Diez, con los alumnos de una clase

Esta pausa de invierno ha sido mi sexto viaje con el «Ministerio del Campus», y mis créditos BASIC anteriores incluyen: Philadelphia, PA, Greensboro, Carolina del Norte, la República de Panamá, PAN, Buffalo, Nueva York, y Camden, Nueva Jersey (donde estuve el año pasado también) . Decidí volver a Camden este año porque quedé realmente conmovida e inspirada por las personas que conocí el año pasado y que marcan la diferencia en unaa comunidad pobre. Es mi meta, como futura maestra de ESL [Inglés como segunda lengua], contribuir al desarrollo de las aulas en escuelas que valoran la diversidad, el multiculturalismo, y proporcionar igualdad de oportunidades en el aprendizaje para todos los estudiantes. La población diversa de las escuelas de la ciudad de Camden y la alta población de estudiantes del idioma inglés, el 43,9% de los estudiantes a partir de 2015, también contribuyó a mi interés de volver como profesora de inglés para alumnos de otras lenguas, que es mi futuro profesional.

Al participar en un viaje de servicio BASIC, ganas nuevas experiencias, ideas y recuerdos para toda la vida. Lo que he ganado, en base a mi propia experiencia, es un sentimiento de felicidad por el propósito, la realización y el sentido renovado de la fe.

Basada en la experiencia de trabajo con los niños, tanto dentro como fuera del aula, las características de mi filosofía educativa se centran principalmente en la visión de una educación integral para los niños, en la que los estudiantes viven saludables, seguros, comprometidos, apoyados y desafiados. Llevo gran cantidad de energía a los estudiantes con los que trabajo cada día. Si no me entusiasmo con la educación ESL, ¿por qué lo habrían de hace mis alumnos? La creación de un ambiente de aprendizaje positivo y el cultivar la motivación de los estudiantes para tener éxito con mi filosofía para mi futuro docente. Siento que es importante contar con altas expectativas hacia todos los estudiantes para ayudarles a aprender. Durante el viaje, los estudiantes de la Universidad de Niagara tuvieron la oportunidad de visitar la escuela local todos los días y trabajar con estudiantes cada mañana, así como en las actividades extraescolares de después del horario escolar.

Lectura de «Frosty, el muñeco de nieve»

A lo largo de mi tiempo aquí, he descubierto que el programa «Hermanos y Hermanas en Cristo» es una experiencia de servicio es diferente a cualquier otra. A través de la inmersión en el servicio y la vida en comunidad, he aprendido que te vuelves amiga de personas que nunca habrías conocido, si no fuera por el viaje. Trabajar con personas en un lugar desconocido convierte rápidamente a un grupo de extraños en amigos cercanos. Estas amistades duran, incluso después de que el viaje haya terminado. Probablemente, la mejor y más gratificante parte de ir en estos viajes es que se pasa tiempo ayudando a los necesitados. En Camden, lo más destacado de nuestra semana de servicio es: el trabajar en el «cocina de la sopa», las reuniones con grupos locales de jóvenes, el asistir a misas bilingües, el ser voluntario en el refugio de personas sin hogar, el asistir a reuniones de «Alcohólicos/Narcóticos Anónimos», el «ministerio del sándwich», el pasar tiempo con los niños y ancianos pobres de la comunidad, y también el participar en los proyectos de limpieza de parques y callejones de la comunidad.

Así pues, la pregunta es: «¿Qué añade que lo que hacemos desde el servicio Vicenciano al mero servicio?» Quizás la respuesta sea más compleja de lo que cabría pensar. Durante la última noche de nuestro viaje, el grupo Camden reflexionó sobre esta cuestión y colectivamente se puso de acuerdo en que la respuesta se puede encontrar mejor desde los cinco valores fundamentales vicencianos:

1. Espiritualidad: La atención al espíritu que nos conecta con el mundo que nos rodea. Un ejemplo de esto se ve en la comunidad de Camden. Su fe devota y la esperanza de qye vendrán mejores tiempos, es algo alentador para todos los miembros de nuestro grupo. A pesar de las extremas circunstancias de pobreza, la gente que encontramos estaba llena de esperanza hacia el futuro, pensando constantemente en maneras de mejorar la situación actual de la ciudad, a través de los diversos programas eclesiales hacia la ayuda a los necesitados. La fe está siempre presente en la comunidad de Camden, y hay un gran respeto por la Iglesia y a sus obras de misericordia.
2. Conocimiento: La búsqueda permanente de la verdad y la excelencia. Durante nuestro tiempo en la obra «DeSales Service Works», el grupo tuvo la oportunidad de observar las reuniones de Alcohólicos/Narcóticos Anónimos en un programa de rehabilitación llamado «La última parada». Las addiciones traen consigo el estigma, y muchos estereotipos también. Sobre la base de estas observaciones, los estudiantes de la Universidad de Niagara fueron capaces de aprender sobre el grave problema que es el de la adicción a las drogas y el alcohol, y también hemos aprendido sobre los efectos de la pobreza en Camden. Incluso cuando la luz es tenue, un rayo de esperanza se encuentra en la fuerza y ​​la honestidad de los miembros de Alcohólicos Anónimos: se ven obligados a ser honestos con ellos mismos para que poder mejorar como personas.
3. Creatividad: la capacidad de dar una respuesta innovadora y práctica a las necesidades de todas las personas. El programa de extraescolares es una forma que teníamos para «ser creativos» a la hora de trabajar con los estudiantes. Fue un reto el ayudar con las tareas, jugar juegos en grupo y en equipo, y encontrar diversas formas de entretener y enseñar a los estudiantes de los grados K-8, una llamada a la creatividad de todos los miembros de nuestro grupo. Esta experiencia nos ha enseñado que es bueno salir de nuestro elemento de vez en cuando, para probar cosas nuevas, ¡para aprender y crecer!
4. Integridad: Consistente, siendo veraz con uno mismo y con los demás. El grupo de Nueva Jersey fue testigo de la integridad en el ministerio eclesial del sándwich. La coordinadora de extensión parroquial de la catedral de Camden, Sra. Susan Mackey, y su ayudante, la Srta. Irma, son ambas mujeres increíblemente fuertes, que muestran su integridad todos los días sirviendo a los pobres, y haciendo frente a una necesidad humana básica: parar el hambre en las calles.
5. Compasión: abrirse a las relaciones con los demás, sirviendo con aceptación y respeto. Las enseñanzas de San Vicente nos animan a valorar y respetar la dignidad que Dios ha dado a todas las personas. La persona que nos inspiró más, durante nuestra estancia, fue el P. Mike McCue, director espiritual de «DeSales Service Works». Ser testigos de su generosidad, espiritualidad y dedicación a los miembros de la comunidad parroquial fue algo increíble. La comunidad confía en su oración, su orientación, su acción y apoyo- lo que da de todo corazón, como sacerdote oblato católico.

Al participar en un viaje de servicio BASIC, ganas nuevas experiencias, ideas y recuerdos para toda la vida. Lo que he ganado, en base a mi propia experiencia, es un sentimiento de felicidad por el propósito, la realización y el sentido renovado de la fe. En la Universidad de Niagara, nos esforzamos por seguir la tradición de San Vicente de Paúl, quien dijo que «todas las cosas sean hechas con amor.» Un ejemplo de este lema es el trabajo realizado por los estudiantes que participan en BASIC, viviendo la misión de Cristo a través de sus obras; y las recompensas espirituales por hacerlo van más allá de la comprensión.

Fila superior: Kelly Zaky, Mariah Doucette, Jacey Diez, Jessica Tobin, Linnea Ryer, Maria Croft, Gabe Literman, Hannah Croft, Kendra York, Kelsey Mursuli. Fila inferior: Brian Bremer, Josh Fose, Derek Puff, William Haydeneck, Josh Dumbleton, Nick Barile, y Michael Kobito

La experiencia BASIC en Camden (Nueva Jersey) ha cambiado mi perspectiva, mi corazón y mi vida. A pesar de que solo con palabras no se puede realmente explicar la experiencia espiritual de compartir el tiempo y el amor con los necesitados, me gustaría terminar animando a los estudiantes de la Universidad de Niagara a inscribirse en la experiencia de servicio de inmersión BASIC. Si eres un estudiante de primer año, segundo año, más cerca o más lejos del momento de tu graduación: participar en este viaje va a cambiar tu punto de vista sobre el trabajo con los necesitados. Mediante el voluntariado y la ayuda a los pobres, desde un espíritu de amor, todos podemos ser parte de la influencia positiva necesaria para enriquecer la vida de los vecinos afectados por la pobreza de nuestra comunidad.