En Madagascar, la Familia Vicenciana ha estado funcionando desde hace unos 20 años, respaldada por la Congregación de la Misión desde sus comienzos. Todas las ramas se reúnen 4 veces al año; en este momento están tratando de concretar, a todos los niveles, las palabras del Padre Gregory Gay de mayo del año pasado, durante su visita pastoral: «es necesario y urgente que todas las ramas de la Familia Vicentina colaboren para un mejor servicio a los empobrecidos». Les comparto aquí un fruto de la colaboración en Madagascar. Gracias a la convergencia inicial de los esfuerzos del obispo, los sacerdotes Vicentinos y el voluntariado de la AIC, y en estrecha colaboración con la comunidad, juntos pudimos elaborar un programa amplio de alfabetización para niños y adultos. Este programa es principalmente para niñas y mujeres de comunidades rurales aisladas y pobres de Madagascar de Oriente sur, en la diócesis de Farafangana.
Gracias a la colaboración de UNICEF, Caritas, Asmae, Croix du Sud Bélgica, la Amis de l’AIC Madagascar de Alemania, la AIC de Italia y donaciones privadas de Bélgica, este proyecto denominado «Tsiry» (que significa semilla), ha adiestrado a 20 instructores jóvenes y alfabetizado a 1199 niños sin escolarizar. Además, ha enseñado a leer a 2652 adultos (mayormente mujeres) en 18 villas que carecían de acceso a una educación.
El pasado 8 de agosto, un nuevo grupo de participantes iniciaron su proceso: 385 adultos y 245 niños se encaminan hacia un desarrollo perdurable a través de la educación.
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