Dan 6, 12-28; -Sal-: Dan 3; Lc 21, 20-28.
“Cuando empiece a suceder esto… levanten la cabeza porque ha llegado el día de su liberación”
El mal tiene fin, terminará. El bien, la verdad y la hermosura son para siempre, tienen vocación de Dios. Los relatos del engaño serán descubiertos un día u otro. ”Como sus días están contados, Satán los aprovecha al máximo y muy literalmente, se desencadena”, dice René Girard. Se desencadena y hace de las suyas. Y “las suyas” son mentira, violencia, injusticia, soberbia… “Los hombres se quedarán sin aliento ante las cosas que se abatirán sobre el mundo”, nos advierte el evangelio de hoy.
El final del relato es, sin embargo, el gran comienzo: “Verán venir al Hijo del Hombre”. Por eso, “reanímense y levanten la cabeza porque se acerca su libración”. Los evangelios son la verdad: Jesús era inocente, y la unánime multitud que gritaba “¡crucifícalo!” era ignorante y culpable. Y esa histórica verdad germinal se mostrará al fin como la absoluta Verdad.
Tendrás tribulaciones en el seguimiento de Jesucristo, pero el duelo mayor es no ser mejores seguidores suyos. ¡Perdóname, Señor, perdónanos!
Y danos tu esperanza. Danos esa esperanza que se convierte en un amor parecido al tuyo. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
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