El P. José Ángel Palma Castillo Cm, desde la provincia de Colombia de los Misioneros Paúles, nos informa sobre la situación en Burundi, debido a la realidad alarmante que se presenta y que deja cada día un saldo grande de muertes, mediante una carta del misionero Néstor Gómez, destinado en la región, soliocitando nuestra oración urgente:

Gracias por su mensaje y por su interés por la querida nación burundesa y por el apoyo de la oración.

Acabo de informarme con una persona que vive en la capital de Burudi -Buyumbura- y me dice:

• El transporte entre las localidades se realiza arriesgando mucho.
• Los servicios sociales y económicos se van paralizando cada vez más.
• El transporte de alimentos del campo a la ciudad es cada vez más difícil. Los pobres no encuentran alimentos para comprar y lo poco que encuentran es muy costoso.
• Se anunció que se va a requisar casa por casa para ver si se tienen armas.
• Con mucha frecuencia entre las nueve de la noche y la una de la mañana, se escuchan tiros de armas de fuego. La mañana siguiente se recogen los muertos y se entierran…
• La situation es desesperante y se vive el gran riesgo de que se agrave a cualquier momento
• Se espera pronto el delegado de la ONU.

Nosotros continuamos poniéndonos en las manos del Señor.

Añado que ciertamente la situación en la capital es diferente a la del interior del país, exceptuando algunas zonas, por ello la vida continua en medio de la incertidumbre.

A algunos ciudadanos ruandeses que viven en Burundi les han impedido la entrada o les retienen temporalmente, incluidos algunos religiosos. Estamos atentos a esto, pues nosotros tenemos cohermanos ruandeses que hacen su apostolado allí, pero hasta ahora no ha han puesto problema ni para ellos ni para las Hijas de la Caridad.

Aprovecho también para compartir que a pesar de las dificultades, las Hijas de la Caridad de esta Provincia han logrado el permiso para visitar como voluntarias de CARITAS  uno de los campos de refugiados burundeses que está en Ruanda. Allí hay más de 45.000 personas. Sabemos que el total de refugiados burundeses en Ruanda y otros países vecinos llega a 200.000.

Gracias por su solidaridad y apoyo de siempre hacia los pobres y misioneros de Burundi y de nuestra Región.

El Príncipe de la paz nos bendiga con el precioso don de la paz: «AMAHORO» (en kirundi y kiñaruanda).

Saludos a los cohermanos.

Fraternalmente,

P. Néstor Gómez, cm
Superior regional