Ef 2, 19-22; Sal 18; Lc 6, 12-19.
“Subió a una montaña a orar …bajó con ellos”
Pasó la noche en oración. Luego, al hacerse de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de entre ellos. Después “bajó con ellos”… para estar “con una gran muchedumbre del pueblo”… y “la gente procuraba tocarlo porque salía de él una fuerza que sanaba a todos”.
Llenos de Dios, en compañía de los demás creyentes, para salir hacia la multitud. El Papa Francisco nos invita a ser una Iglesia en salida. Todos desde el servicio que tengamos, como parte de la Iglesia, somos invitados yenviadospor Jesucristoairalosquemásnosnecesitan. “La iglesia en salida es la comunidad de discípulos que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan… la comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (Cfr.1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomando la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos… ¡Atrevámonos un poco más a primerear! (E.G No. 24).
¡Señor Jesús, danos ir contigo hacia los demás; a tantos que te necesitan y a los que viven con nosotros!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Elena Quiñonez, H.C.
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