Una de las cualidades que se ha destacado siempre de san Vicente es que era un gran comunicador, y no me refiero a las Conferencias, sino a la voluminosa correspondencia que conservamos de él. Escribía cartas a los obispos, a los personajes de la época con los que se relacionaba, a sacerdotes, la las hermanas… y a los misioneros.

Particularmente, no me cuesta imaginar a san Vicente, agotado después de un día de trabajo, tomando la pluma, a la luz de una vela y luchando contra el sueño para poner unas letras sobre el papel. En esas encontramos de todo: hondas reflexiones, detalles cotidianos, ánimos, correcciones, oraciones… y cariño, mucho cariño. Podemos ver si estaba enfadado, apenado, ilusionado o molesto por algún resfriado…

En estos días he pensado en muchas ocasiones cómo sería la comunicación de San Vicente si viviera en nuestros días. No me cabe duda que tendría un wasap que echaría humo, una bandeja de e-mail repleta y actualizaciones en Facebook continuas. Por no mencionar lo retwiteado que sería. Él comprendía perfectamente lo importante que es estar en contacto los unos con los otros, ya fuera en la diócesis de al lado, o en Tunez, o la más lejana Madagascar (¿os habéis parado a pensar lo que tardaría una carta desde Madagascar?)

Pensando en esto, echo un vistazo a mi móvil y mi ordenador, a ver si los Misevis estamos todavía en la línea del “jefe” y me si en nuestras comunicaciones tenemos todo aquello que nos enseñó, repaso la lista y me encuentro esto:

• Celo apostólico: Veo una actualización de Asunción de Venezuela, publica sobre la misión popular vicentina de Santa Ana, estado de Trujillo, parece que fue todo un éxito, ya le mandaré un whatsapp a Asunción para que me cuente más. Las misiones populares que san Vicente tanto impulsó varios siglos después siguen vivas.
• Detalles de la vida diaria: Me escribe un precioso correo Idoia, Misevi española con más de tres lustros de misión en Honduras. Me cuenta que este verano ha recibido varios misioneros en la Moskitia (ya he visto las actualizaciones del Facebook de Olga). Entre todas sus impresiones de corazón, muy vicenciana ella, me cuenta los problemas con los filtros para el agua, con los paneles solares, el percance de Mary en Miami…
• La caridad urge…Ribel, de Misevi Libano, desde el hospital donde acaba de dar a luz su mujer, me manda varios wasap. Comparte conmigo la misión que este año tuvieron en el Libano y en Egipto Alto con franceses y españoles Además tienen idea de celebrar alguna misión en Alejandria, de participar en el encuentro internacional de Cracovia….uf siempre lleno de proyectos.
• Fraternidad Parte del Equipo de Misevi España ha visitado la misión de Bolivia, nos mandan fotos por wasap de los encuentros, de las celebraciones y de las oraciones en comunidad. A miles de kilómetros, todos sentimos que estamos ahí.
• Entusiasmo: Recibo un correo de Padre Pavol de Misevi Eslovaquia que me cuenta que están esperando a las misioneras que vienen de Honduras y que me contará más en breve. Sé, por las actualizaciones de facebook que se están moviendo muchísimo…tienen tríptico de formación ya para este año
• Preocupación por los más pobres. Desde Nacala (Mozambique) nos llegan noticias de que se le ha caído la casa a una mujer de la parroquia de San Joao Batista quedando herida ella y su hijo de gravedad. Nos preguntamos qué podemos hacer, nos movilizamos para ponernos en contacto…

Agradeciendo todos estos regalos, compruebo que, efectivamente, seguimos a San Vicente, nos comunicamos por cuanto medio hay (incluso por carta de papel y boli). Rezo porque nunca dejemos de hacerlo, porque las redes sociales que tenemos ahora nos ayuden a permanecer unidos, retroalimentándonos con las experiencias de cada uno, porque creo que él también lo hubiera hecho así.

María Jesús Cuena
Tesorera internacional de MISEVI

Tomado de http://miseviinternacional.com/