Aprovechando el paso por la Curia de Monseñor Ilario Antoniazzi Arzobispo de Túnez, hicimos una entrevista para nuestros lectores de NUNTIA, acerca de la realidad de los católicos en ese país.
NUNTIA: -Mons. Ilario: ¿ hace cuánto se encuentra en Túnez, y cómo llegó a ese país, siendo italiano ?
M. Ilario: Yo llegué a Túnez hace dos años y tres meses. Esta pregunta precisamente me la he hecho muchas veces, ya que he pasado casi toda mi vida en el Medio Oriente; de hecho, yo soy sacerdote perteneciente al patriarcado de Jerusalén, allí fui ordenado, y allí he viví por más de 50 años. Después el Santo Padre Emérito Benedicto XVI me nombró como nuevo obispo de Túnez; el anterior obispo fue trasladado a Jordania. Me parece de cualquier manera, que es algo muy bonito que la Iglesia haya pensado en dos sacerdotes del Patriarcado de Jerusalén para servir a la Iglesia de Túnez. Al principio fue muy difícil ambientarse, ya que a mis 60 años, debo decir que tuve que volver a nacer, porque el Medio Oriente es completamente diferente al mundo tunecino, en el cual nos encontramos; aquí todo es diferente: la realidad, la mentalidad de las personas, la lengua, la manera de hacer el apostolado… Ahora ya todo se ha convertido en algo normal, tanto que tengo que decir que estoy feliz de estar en Túnez.
N: ¿Cuál es la realidad de su diócesis y la realidad de la Iglesia Católica en Túnez?
M: Nuestra iglesia tunecina tuvo un pasado glorioso, tanto que ha dado a luz algunos santos como san Agustín y las santas Perpetua y Felicidad; hubo tuvimos tres papas tunecinos; de otra parte, se realizaron los Concilios de Cartago, actual ciudad de Túnez. Fue precisamente en un Concilio de Cartago donde se les prescribió a los cristianos celebrar el domingo, no el sábado, como día del Señor. Pero con la llegada del Islam, el cristianismo poco a poco se ha ido desvaneciendo sin haberse podido encarnar al interior de la cultura tunecina; otro problema ha sido causado por las colonias; de hecho los colonizadores eran de religión católica, pero no acertaban a establecer el deslinde entre política y religión, e identificaron a los cristianos como sus opresores, y la Iglesia que tenemos hoy sufre todavía las consecuencias de este hecho. Por otra parte, con la llegada del presidente Habib Bourgiba quien declaró la independencia de Túnez, muchas iglesias fueron expropiadas, y los cristianos obligados a escapar, porque para el pueblo tunecino eran símbolo del colonialismo que habían vivido hasta entonces. En este momento no sé cuantos cristianos son en Túnez, simplemente porque ahora la gran mayoría de cristianos son aquellos extranjeros que vienen a Túnez por estudio o por trabajo, y cuando finaliza este periodo regresan a su país de origen.
N: Esos templos que fueron expropiados, ¿a qué fines han sido dedicados en la actualidad?
M: En el contrato que se celebró con el Vaticano en 1964, hubo un acuerdo en el sentido de que las iglesias que habían sido expropiadas no fueran usadas para propósitos diferentes a la religión; por lo tanto, muchas de ellas se han convertido en bibliotecas o depósitos de medicina; la arquitectura de los templos se ha conservado; pero si había cruces en su exterior, ellas han sido quitadas; dentro sí se han mantenido, por lo tanto uno encuentra estos sitios aun con altar y otros rasgos de lo que fueron.
N: Entonces, ¿cuántas parroquias conforman la arquidiócesis?
M: Como parroquias o iglesias con casa parroquial y con presencia de un párroco, son 5. Pero también hay muchas comunidades de religiosas y de monjes que nos ayudan.
N: ¿Hay vocaciones religiosas o sacerdotales en Túnez?
M: Vocaciones tunecinas, ninguna; y nosotros no podemos hacer pastoral vocacional, porque es considerada proselitismo, y esto va contra la ley; muchas veces viene la policía a recordarnos que el proselitismo es ilegal, tanto así que ni siquiera hay la presencia de un seminario.
N:Pasemos ahora a la realidad que ha afectado a Túnez, hablo de la situación del ISIS. Pero tenemos que hablar de una diferencia entre el ISIS y el Islam.
M: Sí, ciertamente el Islam es una religión como todos saben, que ayuda a la gente para ir al Paraíso; en cambio el ISIS es el extremismo (o el Islam llevado al extremismo); de hecho, no debemos olvidar que para el mundo Árabe la religión es muy importante; y si queremos tener éxito en un proyecto, -incluso si se trata de un proyecto extremista…- debemos meter en medio la religión; la gente atraída por la religión se compromete con el proyecto, sin percatarse de que no se trata ya de una religión, sino del propósito extremista que se esconde detrás del nombre de Dios. De hecho, también en Jerusalén hay presencia de los Musulmanes pero las relaciones con los cristianos son mejores; tanto que si se quiere hacer una procesión basta hacer una llamada : cierran la calle para que pueda pasar la procesión y jamás hay problemas.
N: Antes nos ha dicho que en nombre de Dios se hace el mal, sabemos que se llega hasta la muerte; ¿en ellos existe también el concepto del martirio?
M: Sí, ciertamente, la concepción de martirio está presente entre los musulmanes, aunque cambia la práctica; de hecho tanto los cristianos como los musulmanes quieren dar testimonio supremo de su amor por Dios, pero en la práctica hay una diferencia: el cristiano para defender la fe se hace matar; en cambio los extremistas musulmanes pueden realizar actos como los que ya conocemos de sacrificarse con una bomba o matar; para unos y otros, son actos con valor de martirio.
N: Con todo esto, ¿cuál es la situación real de los pocos cristianos que viven allí?
M: Bien, usted ha dicho, los “pocos” cristianos. Yo tengo siempre que subrayar que una gota de perfume inunda una casa, más que un balde de agua. Nosotros los católicos en Túnez nos consideramos esa gota que perfuma a Túnez, que ayuda a los tunecinos; y hasta ahora la Iglesia tunecina no ha tenido ningún problema; goza de un “modus vivendi”; el acuerdo entre el presidente Pourchebi y el Vaticano para nosotros es muy importante porque gracias a éste concordato, que tiene la firma del presidente de Túnez, nosotros podemos permanecer en Túnez. De todas maneras no hay mayores problemas, ya que la mayoría de católicos que viven en Túnez son extranjeros por lo que el gobierno no se interesa de su religión.
N: Monseñor, ¿ quiere enviar un mensaje a los Misioneros Vicencianos?
M: Esta es una pregunta muy interesante, de hecho es por eso que me he venido de Túnez para entrevistarme con el Superior General ya que tenemos a la Familia Vicenciana en Túnez, tanto que se le ha entregado a los misioneros una parroquia; por otra parte están también las Hijas de la Caridad, por lo tanto, yo estaría muy contento si la comunidad vicenciana tomara una nueva parroquia a la que llegan muchos turistas y en la que hay muchos pensionados que vienen a pasar sus últimos días de vida en Túnez, con su pensión; a propósito, se está dando una migración opuesta que viene de Europa a Túnez, debido a los bajos costos de vida; por esto quiero que venga una comunidad internacional ya que podría hacer un bello trabajo allí.
N: Muchas gracias.
Tomado de Nuntia, Julio de 2015.
0 comentarios