Isaías 43, 1-7: Estoy contigo
Salmo 133: ¡Qué bueno, qué agradable es que los hermanos vivan juntos!
1 Juan 1, 3-7: Vivimos unidos los unos con los otros
Juan 15, 12-17: A vosotros os llamo amigos
Tres puntos para la reflexión
Estamos llamados a la comunión con Dios Padre y con su Hijo, Jesucristo, y con el Espíritu Santo. A medida que nos acercamos al Dios Trino, somos empujados a acercarnos unos a otros caminando hacia la unidad de los cristianos.
Cristo ha tomado la iniciativa y ha cambiado nuestra relación con Él, llamándonos amigos en vez de siervos. Como respuesta a esta relación de amor, estamos llamados a salir de relaciones de poder y de dominio y a establecer relaciones de amistad y de amor con los demás.
Llamados por Jesús, damos testimonio del evangelio tanto a aquellos que aún no lo han oído como a los que sí lo han hecho. Esta proclamación implica una llamada a la unión con Dios y establece una comunión entre los que responden.
Preguntas
- ¿De qué manera experimentas la llamada a la comunión con Dios?
- ¿De qué modos te está llamando Dios a la comunión con otros dentro de tu Iglesia y fuera de ella?
Oración
Padre de amor, tú nos has llamado a la unión con tu Hijo y nos has pedido que demos fruto en nuestro testimonio del Evangelio. Por la gracia de tu Espíritu, haznos capaces de amarnos los unos a los otros y de permanecer en la unidad para que nuestra alegría sea completa. Amén.
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