La beata Enriqueta Alfieri fue una mujer cuya vida estuvo marcada por una profunda espiritualidad y una entrega total al servicio de los más marginados. Su misión se desarrolló de manera destacada dentro de las paredes de la cárcel de San Vittore en Milán, donde su labor con los prisioneros le valió el apodo de «El ángel de San Vittore».
