El Instituto Misionero de la Santísima Trinidad (BTMI, por sus siglas en inglés) forma parte de la Familia del Cenáculo Misionero, una comunidad internacional comprometida con la evangelización y la preservación de la fe, particularmente entre los más necesitados.
Orígenes y Fundación
El BTMI nació del carisma misionero inspirado por el Padre Thomas Augustine Judge, CM, sacerdote vicentino, y la Dra. Margaret Healy, laica comprometida. El Padre Judge, marcado por los ideales vicencianos de servicio a los pobres, fundó en 1909 la Familia del Cenáculo Misionero, un movimiento que buscaba movilizar a laicos y religiosos para la misión evangelizadora. La visión de la Dra. Healy cristalizó en la fundación del BTMI como un instituto secular en 1950, con el reconocimiento canónico bajo el decreto Provida Mater Ecclesia de 1947 emitido por el Papa Pío XII, que establecía esta forma de vida consagrada. Desde su inicio, el BTMI se destacó como una asociación de fieles comprometidos con la misión dentro de sus propios contextos de vida y trabajo.
Estructura y Vida Consagrada
A diferencia de órdenes religiosas tradicionales, el BTMI reúne a laicos consagrados que viven fuera de comunidades religiosas, desempeñando trabajos seculares y manteniendo sus propios hogares. Sin embargo, comparten una «Regla de Vida» que guía su espiritualidad y misión. Los miembros participan en encuentros mensuales, retiros y actividades de formación para fortalecer su carisma y unidad. Este modelo flexible les permite responder a las necesidades del entorno donde se encuentran, ya sea acompañando a jóvenes, cuidando a los ancianos o apoyando a familias necesitadas.
Misión y Visión
Los miembros del Instituto participan en la obra de evangelización de la Iglesia, «en el mundo y desde el mundo». Su presencia y testimonio de vida, obran a modo de fermento en la masa del pan .
Su misión es ser testimonio permanente en la vida cotidiana familiar y social para lograr que, con su actividades, la gracia de Dios llegue a quienes más la necesitan.
Los miembros dedican sus vidas a la Santísima Trinidad mediante la profesión privada de los votos de pobreza, castidad y obediencia.
La misión del Instituto es preservar la fe en áreas e individuos espiritualmente olvidados y abandonados.
Su principal esfuerzo es desarrollar un espíritu misionero entre los laicos, en todos los ámbitos de la vida secular, con el objetivo de que todo católico sea apóstol.
Devociones
La Familia del Cenáculo Misionero tiene muchas devociones y prácticas espirituales que le permiten vivir plenamente su llamado y misión misionera. Entre estas, se destacan cuatro devociones principales:
- La Santísima Trinidad: La Familia del Cenáculo Misionero contempla al Dios Triuno en la gloria de toda la creación y en los rostros de las personas a las que está llamada a servir. La relación de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sirve como modelo para la relación fraterna que se disfruta tanto con las hermanas de la congregación como con los laicos, sacerdotes y hermanos que forman parte de las cuatro ramas de la familia espiritual.
- La Eucaristía: Considerada el sol y el centro de sus vidas, cada Cenáculo Misionero cuenta con una capilla donde se encuentra el Santísimo Sacramento. La Eucaristía es la fuente de alimento espiritual que nutre su labor misionera.
- El Espíritu Santo: La comunidad busca invocar al Espíritu Santo para que sus corazones se enciendan con el amor de Dios, llevando este fuego a quienes los rodean. Piden ser colmados de los dones del Espíritu Santo, especialmente los de sabiduría y fortaleza. Desde 1913, rezan juntos una novena perpetua al Espíritu Santo.
- La Encarnación: La celebración de la Navidad y la Anunciación recuerda a los miembros que Dios asumió la naturaleza humana y caminó junto a ellos. Este misterio les enseña que Dios no está distante, sino que los conoce y ama profundamente. En respuesta, la familia del Cenáculo Misionero se esfuerza por compartir ese amor con los demás.
Con estas devociones, la Familia del Cenáculo Misionero vive su vocación misionera y fortalece su espiritualidad.
Presencia Internacional y Expansión
Desde su fundación, el BTMI ha extendido su influencia a varios países. En Puerto Rico, el instituto inició su presencia en 2004 con el «Cenáculo Providencia de Dios», y ha jugado un rol crucial en promover retiros y formación espiritual. En México, la misión comenzó en 2015, integrando a mujeres consagradas en proyectos misioneros y sociales. Actualmente, el instituto tiene presencia también en Estados Unidos, Nigeria y Londres, consolidando su alcance global y demostrando su adaptabilidad a diversos contextos culturales.
El Carisma Vicenciano y su Influencia
El carisma vicenciano del BTMI se refleja en su enfoque en los pobres y marginados. Fiel al espíritu de San Vicente de Paúl, el instituto busca ser una «levadura evangélica» en el mundo. Su lema, «Preservar la fe, especialmente entre los pobres y abandonados», encarna esta misión. Los miembros dedican sus vidas al servicio mediante los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, viviendo en el mundo pero profundamente arraigados en la oración, la reflexión y la acción misionera.
Desafíos y Futuro
El BTMI enfrenta el desafío constante de atraer nuevas vocaciones en un mundo secularizado. No obstante, su estructura secular y su enfoque en la espiritualidad del día a día lo convierten en una opción atractiva para quienes buscan integrar la vida consagrada con sus responsabilidades personales y laborales. Además, la colaboración con otras ramas de la Familia del Cenáculo Misionero refuerza su impacto misionero.
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El Instituto Misionero de la Santísima Trinidad es un testimonio viviente del carisma vicenciano, adaptado a las exigencias del siglo XXI. Su enfoque en la vida consagrada en el mundo y su compromiso con los más necesitados lo posicionan como un modelo relevante de evangelización y servicio. Con raíces profundas en la tradición de San Vicente de Paúl y un espíritu renovado de misión, el BTMI continúa siendo un faro de esperanza y fe para muchas comunidades alrededor del mundo.
Contacto:
- Dirección: Shrine of Saint Joseph, 1050 Long Hill Rd, Stirling, NJ 07980, Estados Unidos
- Teléfono: +1 908 647 0208
- Email: religious@stshrine.org
- Web: https://www.btmi.info/
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