En enero de 2020, Roma se convirtió en el epicentro de un evento histórico para la Familia Vicenciana: el encuentro de líderes de más de 100 ramas de esta familia espiritual y caritativa. Este acontecimiento reunió a superiores generales, presidentes y líderes de diversas congregaciones, asociaciones y movimientos que comparten el carisma de San Vicente de Paúl. Durante varios días, los participantes intercambiaron ideas, reflexionaron sobre su misión común y discutieron sobre los desafíos contemporáneos que enfrenta la labor vicenciana en todo el mundo.

Un encuentro histórico: más de 100 ramas reunidas

El evento, que tuvo lugar en el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma, fue inaugurado el 8 de enero de 2020 con una misa de apertura oficiada por el padre Tomaž Mavrič, CM, Superior General de la Congregación de la Misión y Presidente de la Junta Ejecutiva de la Familia Vicenciana. En su homilía, Mavrič destacó la importancia de este encuentro como un momento para renovar el compromiso vicenciano y fortalecer la sinergia entre las diferentes ramas de la Familia. La presencia de más de 150 líderes representando a más de 100 ramas de la Familia Vicenciana a nivel global, desde congregaciones religiosas hasta asociaciones laicales, subrayó la diversidad y la unidad que caracterizan este movimiento.

El evento comenzó con la presentación de los objetivos y el cronograma del encuentro, subrayando la necesidad de trabajar juntos para responder de manera más efectiva a los desafíos del mundo actual. Los temas centrales giraron en torno a la sinodalidad, la colaboración y la misión compartida de servir a los más pobres y vulnerables de la sociedad.

Jornada de trabajo: reflexiones sobre la sinodalidad y la misión compartida

El 9 de enero, el encuentro se centró en la sinodalidad vicenciana, una dimensión clave de la identidad de la Familia Vicenciana que impulsa a sus miembros a caminar juntos en la misión. Durante este día, los participantes reflexionaron sobre la importancia de la sinodalidad como un proceso de escucha y discernimiento comunitario, orientado hacia la acción. Hubo sesiones plenarias y grupos de trabajo donde los líderes compartieron sus experiencias y discutieron formas de fortalecer la colaboración intercongregacional y la participación activa de los laicos.

Uno de los momentos más destacados fue la presentación del trabajo de la Comisión de Sinodalidad de la Familia Vicenciana, que ha estado promoviendo esta manera de trabajar en conjunto, animando a todos los miembros a participar activamente en la vida y misión de la Familia. Se discutieron también los retos que implica la sinodalidad, como la necesidad de superar estructuras rígidas y fomentar una mayor participación de todas las voces, especialmente de los laicos.

Hacia una misión común: la innovación en el servicio a los pobres

El 10 de enero, las discusiones giraron en torno a la innovación en la misión vicenciana y las nuevas formas de servicio a los pobres. Se subrayó la importancia de adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos para responder mejor a las necesidades de los más desfavorecidos. Los participantes compartieron experiencias sobre cómo sus respectivas ramas están innovando en sus ministerios, desde el uso de nuevas tecnologías para la evangelización hasta la implementación de proyectos sociales que abordan problemas contemporáneos como el cambio climático, la migración y la exclusión social.

Uno de los testimonios más impactantes fue el de una rama de la Familia Vicenciana en Filipinas, que compartió su trabajo con los afectados por desastres naturales y su enfoque en la sostenibilidad y la resiliencia comunitaria. Este y otros ejemplos demostraron cómo la misión vicenciana sigue siendo relevante en un mundo en constante cambio.

Diálogo y compromiso: el papel de la Familia Vicenciana en el mundo

Durante el 11 y 12 de enero, el enfoque se trasladó al papel de la Familia Vicenciana en el contexto global. Se llevaron a cabo sesiones de diálogo sobre la situación actual de la pobreza en el mundo y las formas en que la Familia Vicenciana puede influir positivamente en la sociedad a través de su compromiso con la justicia social. Se destacó la importancia de trabajar en red con otras organizaciones, tanto dentro como fuera de la Iglesia, para maximizar el impacto de sus acciones.

El diálogo fue enriquecido por la presentación de estudios de caso sobre iniciativas vicencianas en diferentes partes del mundo, que ilustraron cómo los principios de la justicia social y la caridad se están aplicando en contextos diversos. Desde la defensa de los derechos de los migrantes en Europa hasta programas de empoderamiento para mujeres en América Latina, los ejemplos reflejaron el compromiso inquebrantable de la Familia Vicenciana con los más pobres.

Un legado de esperanza y acción

El encuentro concluyó con un llamado a la acción: los líderes vicencianos se comprometieron a fortalecer la colaboración entre las ramas y a seguir trabajando juntos por la justicia y la caridad. Se acordó la creación de nuevas plataformas para el intercambio de recursos y conocimientos, y se animó a todas las ramas a seguir profundizando en su compromiso con los valores vicencianos de humildad, sencillez y caridad.

Este encuentro histórico no solo reafirmó la unidad y la misión común de la Familia Vicenciana, sino que también sentó las bases para futuras colaboraciones y proyectos. Los participantes se marcharon con un renovado sentido de propósito y con la convicción de que, trabajando juntos, pueden marcar una diferencia significativa en el mundo.

Para quienes deseen revivir los momentos clave de este encuentro, se encuentra disponible un repositorio completo de noticias e imágenes en la web oficial de la Familia Vicenciana: famvin2020rome.

Invitación al Encuentro de la Familia Vicenciana en 2024

Con el éxito del encuentro de 2020 como telón de fondo, la Familia Vicenciana se prepara para un nuevo capítulo en noviembre de 2024. Roma volverá a ser el escenario de un evento que promete ser aún más significativo, bajo el lema “Mantener el fuego ardiendo: la sinodalidad vicenciana en acción”. Este encuentro, que tendrá lugar del 14 al 17 de noviembre de 2024, busca congregar a miembros de todas las ramas de la Familia Vicenciana, líderes y laicos, para seguir profundizando en el camino de la sinodalidad y la colaboración.

La sinodalidad, que implica caminar juntos y escucharnos mutuamente, será el tema central de esta convocatoria. Se espera que el evento no solo sirva como un espacio de reflexión y formación, sino también como una plataforma para compartir experiencias y fortalecer los lazos entre las distintas ramas de la Familia Vicenciana. En un mundo cada vez más polarizado, la sinodalidad vicenciana ofrece un modelo de trabajo conjunto que puede inspirar a otros y hacer una diferencia real.

El encuentro de 2024 también pondrá un énfasis especial en la participación de los laicos, reconociendo su papel esencial en la misión vicenciana. Habrá talleres y sesiones dedicadas a explorar cómo los laicos pueden contribuir de manera más efectiva a la misión de servir a los pobres y vulnerables, así como a fortalecer la colaboración intercongregacional. Además, se abordarán temas actuales como la digitalización de la caridad, la sostenibilidad en los proyectos sociales y la respuesta a crisis humanitarias, reflejando un compromiso con la innovación y la relevancia contemporánea.

Hay siete razones destacadas para asistir a este evento: la oportunidad de renovar el espíritu vicenciano, fortalecer la sinodalidad, aprender de las mejores prácticas, inspirarse con testimonios de vida y misión, colaborar con otros miembros de la Familia, descubrir nuevas formas de servir y, finalmente, celebrar juntos la fe y la misión.

Para inscribirse y obtener más información sobre el programa, los interesados pueden visitar la página web oficial del encuentro en famvin2024.

¡No te lo pierdas! Mantén el fuego ardiendo y únete a la Familia Vicenciana en Roma 2024. Este es un momento para celebrar nuestra misión compartida, renovar nuestro compromiso y juntos, seguir siendo un faro de esperanza para los pobres del mundo.

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