Alimento para el alma: Lugar adecuado, momento oportuno

por | Ago 26, 2024 | Formación, Reflexiones | 0 comentarios

«A VECES NOS ENCONTRAMOS CON PERSONAS, INCLUSO CON PERFECTOS DESCONOCIDOS, QUE EMPIEZAN A INTERESARNOS A PRIMERA VISTA, DE ALGUNA MANERA REPENTINA, DE GOLPE, ANTES DE QUE SE HAYA PRONUNCIADO UNA PALABRA».

– FIÓDOR DOSTOIEVSKI

¿Te has encontrado alguna vez molesto o despectivo con una persona que se te presenta en un momento supuestamente «inoportuno»? Vas corriendo al supermercado a por ese artículo de última hora y te encuentras con uno de tus vecinos que tiene una pregunta rápida que se convierte en una petición de ayuda de diez minutos. O vas de camino a una cita y un desconocido te pide algo de calderilla, y es complicado encontrar esa moneda de un dólar de más. La llamada a la puerta justo cuando se está preparando la cena. Puede que todo esto le suene familiar.

Aunque nos cueste admitirlo, todos nos hemos encontrado en una o muchas de estas situaciones.

Es fácil, y natural, estar al servicio de los demás en nuestros propios términos, en nuestro tiempo asignado y en nuestros propios espacios. Tener límites adecuados es un enfoque bueno y saludable. Al mismo tiempo, las peticiones de ayuda o de conversación aparecerán inevitablemente en momentos aparentemente aleatorios. Como vicentinos, todos podemos recordar un par de ocasiones en las que las cosas no han salido según lo previsto.

El encuentro de Jesús con la mujer anónima de Samaria en el pozo de su antepasado común, Jacob, sorprende a ambas partes. La mujer, que trataba de sacar agua en pleno día, lejos de las miradas y palabras críticas de sus vecinos, se ve arrastrada a una conversación íntima y desafiante. Jesús, que se encuentra en una ciudad desconocida por un cambio de última hora de su viaje de regreso a Galilea, se enfrenta a una forastera culturalmente informada y espiritualmente formada que le presiona para que dé respuestas más profundas. Sin embargo, en este intercambio ocurre algo extraordinario. Ambos demuestran una apertura hacia la otra persona en medio de otros asuntos. Ambos se permiten hablar con honestidad y vulnerabilidad. Ambos cambian a través del diálogo. La mujer reconoce que la esperanza que esperaba está ahora con ella, y se anima a hablar de él a otras personas.

Jesús encuentra aliento para su misión y permanece más tiempo en un nuevo lugar para proclamar su historia y su verdad.

Lo que parece ser el momento inoportuno puede transformarse en el momento perfecto. Dentro de nuestra tradición vicentina, ponemos nuestra confianza en el Espíritu Santo para que nos guíe y nos cambie en cada encuentro con otras personas, especialmente durante nuestras visitas, pero también más allá de estos espacios. Y el Espíritu Santo es un estratega escurridizo y exhaustivo. No sabemos cuándo ni dónde pueden producirse esos encuentros. La cooperación con el Espíritu Santo se fundamenta en un sentido de apertura y fe para que podamos reconocer verdaderamente el rostro de Cristo en los demás.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

  • ¿Cuándo has experimentado ocasiones de preguntas incómodas o peticiones de ayuda?
  • ¿Cómo cooperas con el Espíritu Santo?

De: Firewood for the soul, vol. 2, A Reflexion Book for the Whole Vincentian Family
Sociedad San Vicente de Paúl, Queensland, Australia.
Texto de: Samantha Hill y James Hodge.

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