El «Hope Centre» de Abuja (Nigeria) es un verdadero centro de educación inclusiva para niños y jóvenes, con o sin discapacidad, integrado en una escuela y un centro de formación profesional, llamado Rosalie Rendu.
Gracias al proyecto «Como si no fueras igual…», el Hope Centre ha podido ampliar su equipamiento pedagógico y profesional para ofrecer una educación de calidad adaptada a cada persona.
En cuanto se recibieron los fondos y se realizaron las compras —lo más rápidamente posible, debido a la constante devaluación del naira (la moneda local)—, los equipos del Centro se pusieron manos a la obra para poner en marcha el proyecto. Cada adulto discapacitado recibió una ficha de seguimiento para facilitar un plan de educación individualizado y permitir un seguimiento minucioso de su programa de progreso.
«Como saben, algunos discapacitados realizan sus tareas con lentitud.
Les acompañamos a su ritmo». Sor Sylvia
Máquinas de coser, cortacéspedes, ordenadores, material Montessori
El Centro ha adquirido máquinas de coser industriales sin pedales. Los jóvenes utilizan las manos para manejarlas, lo que les resulta menos estresante. Las actividades de costura les permiten adquirir destrezas, mejorar su coordinación óculo-manual y… ¡expresar su creatividad!
La escuela cuenta con un salón de peluquería. Gracias al uso de maquinillas recargables, los jóvenes adultos con y sin discapacidad han podido progresar en la realización de cortes de pelo.
Paschal es un joven adulto con síndrome de Down. Le gusta hacer las cosas de forma independiente y estaba decidido a adquirir las habilidades de un peluquero. En la celebración del día cultural, en presencia de la asociación de padres y amigos, hizo gala de sus habilidades como peluquero… todos quedaron asombrados. Paschal está muy orgulloso de sí mismo, y el dinero que gana con esta actividad le permite subsistir.
Los ordenadores de segunda mano han permitido a muchos niños con dificultades de aprendizaje y autismo mejorar sus capacidades a través de una amplia gama de actividades educativas. El ordenador también les ayuda a aprender a leer visualmente, a dibujar y a mejorar la coordinación motora. Las personas con dificultades de lectura pueden comprender la información escrita gracias a las aplicaciones de texto a voz.
Gracias a la adquisición de materiales Montessori, los niños que padecen dislexia han hecho verdaderos progresos.
De los 10 jóvenes que participaron en el curso de peluquería, 3 de cada 10 saben utilizar maquinillas. 1 de cada 3 puede cortar el pelo profesionalmente.
En cuanto a la costura, 5 jóvenes adultos pueden remendar ropa, mientras que otros 2 pueden sujetar las tijeras y cortar siguiendo un patrón, con entrenamiento diario.
Los niños con dislexia han hecho grandes progresos. 4 de 15 empiezan a pronunciar sonidos fónicos. 2 de 15 se preparan para leer.
Otros niños han desarrollado una gran motricidad fina y su destreza ha mejorado considerablemente.
Los niños con trastornos del espectro autista necesitan una orientación gradual y repetida, individualizada según su espectro. Los padres ya han notado ciertos cambios, en particular la ralentización de la hiperactividad.
Otros niños también están resueltos a alcanzar todo su potencial, apoyados por sus padres, que están deseosos de ayudarles a adquirir habilidades.
«El mayor efecto del proyecto es que nos permite mostrar a la sociedad de forma concreta que las personas discapacitadas tienen capacidades y que se las considera individuos dignos.
Quiero agradecer sinceramente a nuestros benefactores que nos ayuden a hacer sonreír a nuestros niños y jóvenes discapacitados. Están progresando en la adquisición de ciertas habilidades que les ayudarán en su subsistencia». Sor Sylvia
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Con ellos, ¡gracias a ustedes!
Sor Anyanwu Sylvia Chinagorom, HC
Fuente: projets-rosalie.com
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