Entrevista con Gina Paredes, de República Dominicana.
Al mismo tiempo que se transmitía la entrevista de Norah O’Donnell con el Papa Francisco, tuve el privilegio de entrevistar a Gina Paredes, la nueva Presidenta de MISEVI Internacional. Y debo decir que encontré ambas igualmente inspiradoras.
En estos días en que hay líderes en todos los rincones del mundo que buscan poder u obtienen el control de más tierras o defienden su propia ideología, el Papa Francisco nos llama a la oración, nos llama a la fe y a la esperanza, nos llama a ser gente de paz.
MISEVI Internacional, inspirada por el llamado a la esperanza de nuestro Papa, eligió recientemente un nuevo Equipo Coordinador, liderado por Gina Paredes, quien nació en una familia amorosa (mamá, papá y hermana) en Santo Domingo, República Dominicana, el 27 de noviembre, Fiesta de la Medalla Milagrosa. Aquí comenzó su viaje como vicentina, un viaje alimentado más tarde por las Hijas de la Caridad y los Padres Paules, pero siempre en una comunidad de laicos vicentinos, incluida la Juventud Mariana Vicentina. Gina comparte: “El carisma empezó a inyectarse en mi vida cada año con las celebraciones vicentinas y, sobre todo, al ver el ejemplo vivo de servicio de las hermanas y el acompañamiento permanente de los padres”.
Su vida no sólo estuvo marcada por el carisma vicentino, sino también por su país, donde “somos un pueblo acogedor y sensible a las necesidades de los demás”. Gina ha seguido encontrando significado y propósito en su pequeño grupo de MISEVI en RD, donde considera que lo más significativo es “la perseverancia y el compromiso que experimentamos quienes conformamos la comunidad, no solo el compromiso con la asociación sino con los más empobrecidos y con la Familia Vicentina”, algunos de los cuales son catequistas de JMV, otros son parte del proyecto 13 Casas y otros miembros del Consejo de FAVIDO.
Gina se describe a sí misma como “un ser humano en busca de realización; hija de Dios, abierta a la gracia”. Esto le da a Gina energía, entusiasmo y una identidad vicentina que contribuirá al futuro de MISEVI. Ella trae consigo su historia de vida y las experiencias que la han moldeado. Ella trae a sus “amigos de la Pastoral de Calle, un recordatorio permanente de que Dios está en todas partes y en cada persona sin importar su condición social y económica”.
Mientras Gina reflexionaba sobre nuestra reciente Asamblea Extraordinaria (celebrada en Bogotá, Colombia, del 10 al 13 de abril de 2024), afirmó: “Fue un tiempo y un espacio de VIDA para mí: tener la oportunidad de conocer otras experiencias de MISEVI, poder formarnos y reflexionar sobre lo que somos y hacemos y, sobre todo, lo que queremos ser/hacer”. Encontró la oportunidad “de seguir soñando y dando forma a lo que queremos ser como asociación internacional”, expresada en líneas de acción.
Para el futuro, Gina ve la oportunidad para que MISEVI Internacional “pueda llegar a ser cause de la misión a nivel mundial para la Familia Vicentina: el espacio de confluencia de nuestro carisma misionero”, donde podamos promover la misión dentro de la Iglesia y “vivir plenamente nuestro ser cristiano y nuestra vocación de servicio. Sueño con…. una espiritualidad misionera y vicentina vivida plenamente por cada miembro, un oasis espiritual y humano que nos acerca cada día a Jesús, centro de nuestro ser misionero, razón de nuestro ser/hacer”.
Gracias, Gina, por aceptar tan amablemente este puesto y por inspirarnos con la esperanza de la que habla el Papa Francisco: “La esperanza es la puerta que se abre al futuro. La esperanza es una semilla de vida humilde y escondida que, con el tiempo, se convertirá en un gran árbol. Es como una levadura invisible que permite crecer toda la masa, que aporta sabor a todos los aspectos de la vida. Y puede hacer mucho, porque un pequeño destello de luz que se alimenta de la esperanza es suficiente para romper el escudo de la oscuridad”.
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