A menudo me ha maravillado la actualidad de las enseñanzas de san Vicente De Paúl en el mundo de hoy. Fue verdaderamente un hombre de su tiempo, pero también un profeta cuya sabiduría permanece con nosotros hoy.

Hablando a las Hijas de la Caridad, San Vicente De Paúl dijo: «Si… sois libres de dedicar un poco de tiempo a la mediación o a la lectura espiritual, muy bien. Pero… no os disgustéis, ni penséis que habéis fracasado, pues no se pierde cuando se deja por una razón legítima. Y si alguna vez hay una razón legítima, queridas hermanas, es el servicio al prójimo. Dejar a Dios por Dios no es dejar a Dios en absoluto, es decir, dejar una obra de Dios para hacer otra, ya sea de mayor obligación o de mayor mérito».

¿Qué significado tiene esto para MISEVI hoy, mientras nos preparamos para una Asamblea Extraordinaria en Bogotá, Colombia, en abril de este año? ¿Cómo estamos llamados a «dejar a Dios por Dios»?

Los miembros de las 18 organizaciones nacionales de MISEVI están llamados a centrar su ministerio con los pobres o los que viven en los márgenes mediante una formación espiritual permanente. Esto incluye la oración personal, la lectura espiritual, encuentros locales para rezar juntos y aprender sobre el carisma vicenciano, y retiros para ayudarnos a volver siempre a nuestra Fuente de Vida, Dios, que nos guía en nuestra misión.

Ha sido muy reconfortante celebrar 5 reuniones virtuales durante estos dos últimos años en las que hemos compartido el trabajo ministerial local que se está llevando a cabo en diferentes países. Ha sido inspirador reconocer la misión de MISEVI viva y activa en muchas partes del mundo. Es un reto comprender el trabajo que aún queda por hacer y cómo podemos seguir colaborando como Misioneros Laicos Vicencianos.

Al reunirnos en Colombia, confiamos en que el Espíritu Santo nos guiará a través de un proceso sinodal. Confiamos en la preparación orante de cada participante. Confiamos en las palabras de san Vicente, que nos llaman a ser conscientes de cuándo Dios nos llama a dejar a Dios por Dios. Confiamos en la conversión continua, tan necesaria en nuestra llamada activa a ser misioneros, ofreciendo lo que podemos mientras recibimos los dones de los que encontramos. Confiamos en la presencia de Dios a través de la acción del Espíritu Santo. Os pedimos que sigáis rezando por nosotros.

Mary Frances Jaster