¿Has oído la expresión «Rezar con la Biblia en una mano y el periódico en la otra»?

Explorémosla en esta reflexión.

Prejuicios

Andrew McCarty comienza así su reflexión sobre Cómo leer las noticias como cristiano:

Cuando oyes a alguien decir: No sé tú, pero a mí me encanta… (elige)

Fox News

CNN

MSNBC

¡Ni siquiera necesito verte ahora para saber lo que estás pensando!

Aproximadamente la mitad de vosotros queréis cerrar esta ventana inmediatamente porque me juzgáis por defender los estereotipos de los hombres blancos, mientras que otros aplaudís en silencio mi iluminación del lado derecho.

McCarty dice lo que creo que ya sabemos… cada uno de nosotros tiene prejuicios viscerales ante el ABC, Breitbart, CNN, FOX y MSNBC del mundo.

De los prejuicios a la oración

Tenemos que preguntarnos… ¿a dónde nos llevan nuestros prejuicios y reacciones viscerales?

¿Nos conducen a un Reino de amor y gracia? Por el contrario, al aislarnos, ¿corremos el riesgo de caer en la apatía, la ira o actitudes peores hacia los que piensan de forma diferente?

McCarty sugiere algunas maneras de ir más allá de nuestros prejuicios para rezar las noticias del día.

Nos pide que:

• nos acerquemos a las noticias como aprendices,
• recibamos noticias de una amplia gama de fuentes,
• seamos más conscientes de nuestros prejuicios y
• tenhamos la humildad de orar sobre las noticias mucho antes de reaccionar ante ellas.

Otro artículo, «Sugerencias para rezar las noticias«, me condujo aún más lejos.

Sugerencias para rezar las noticias

Este artículo me hizo superar mis prejuicios para realmente «rezar las noticias» que consumimos.

¿Y si hubiera otra manera? ¿Y si primero creamos un espacio para encontrarnos con Dios en un mundo herido?

Para empezar, tómate un tiempo —ya sea antes de leer las noticias o después de haber escuchado una historia especialmente conmovedora— para aquietar tu corazón. Después de tomarte un tiempo para aquietarte, sigue estas indicaciones para orar las noticias:

• Lee o mira la noticia y ofrece tu reacción inicial a Dios.
• ¿Con qué te quedas al llegar a este momento? Entrégale esa reacción y pídele un corazón que refleje el suyo. Tómate unos minutos más de silencio.

Identifica

• ¿Con quién simpatizas en la historia?
• ¿Hacia quién sientes rechazo? ¿Ha creado tu mente una dicotomía entre «nosotros» y «ellos» o una mentalidad de «buenos contra malos»?
• Pide a Dios la humildad de ver que «todos han pecado y están privados de la gloria de Dios».

El fruto del Espíritu

Nos recuerda: «Los frutos del Espíritu son amor, paz, gozo, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fidelidad y dominio propio».

• ¿Ves surgir en ti algo que no sea del Espíritu (es decir, odio, lucha estresante, miedo, impaciencia, arrogancia, orgullo, fealdad, apatía o impulsividad con las palabras o las acciones)?
• Ten presente que la tristeza por el desgarro del mundo es un reflejo del sentir de Dios.
• La ira ante la injusticia o el quebranto puede ser exactamente lo que nos mueva a la acción (a menos que se convierta en autojustificación y condena de los demás).
• ¿De qué manera puedes avanzar hacia el Reino en tu propia vida en relación con la historia que acabas de leer o presenciar?
• ¿Cómo puedes progresar en el amor hacia tu enemigo?
• ¿Cómo puedes tratar de comprender la perspectiva de los demás?
• Si sientes una inquietud ansiosa por actuar de inmediato, medita sobre ello durante más tiempo. Asegúrate de estar motivado por el amor. Tu ansiedad puede ser un indicador de algo distinto al amor ( por ejemplo, autoprotección, ego, etc.).

¿No es este el modo de escuchar al que nos invita el Papa Francisco?

Inténtalo… ¡puede que te sorprenda la oración!

Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk