En cierta ocasión, algunos de sus amigos advirtieron que Ozanam, tras recibir la comunión en Notre Dame un Jueves Santo, en lugar de ir directamente a desayunar, se escabulló en otra dirección. Le observaron y descubrieron que había ido primero al panadero y después a visitar a un cierto número de familias pobres, a las que repartió hogazas de pan. Con frecuencia terminaba su acción de gracias con actos de caridad similares a este.
Tomado de O’Meara, «Federico Ozanam, profesor en la Sorbona: su vida y obra», Barakaldo: Somos VIcencianos, 2017, capítulo XVI.
¿Tienes alguna anécdota de la Familia Vicenciana que quieras compartir con nosotros?
Envíanosla rellenando este formulario:
0 comentarios