P. Robert P. Maloney, C.M. escribe:
…de vez en cuando la Iglesia canoniza a los santos, nos los muestra como modelos. Nos dice: fijáos bien en este hombre, meditad sobre esta mujer, aprended de ellos todo lo que significa ser santos.(1) Así sucede con Juan Gabriel Perboyre. El 2 de junio de 1996, fue declarado santo oficialmente. ¿Qué nos enseña él sobre vivir la vida de Dios? Tal vez ya se haya dicho lo más importante sobre este particular […] han aparecido varios libros y numerosos artículos describiendo los años de fiel entrega de Perboyre a la formación de sacerdotes, sus fervientes deseos de servir como misionero en China, su breve, pero difícil trabajo allí, el sufrimiento durante un año de prisión, y su dolorosa muerte. No voy a tratar de repetir ahora lo que otros han dicho. Las aspiraciones de este artículo son modestas. Pregunta: ¿Qué pasó dentro de este hombre auténticamente santo? ¿Cómo veía a Dios? ¿Cómo miraba su misión? ¿Cuál fue su actitud hacia los que lo rodeaban? ¿Cuál fue el talante de su vida de oración? El artículo explora sus cartas en un esfuerzo por formular una respuesta, de la misma manera que muchos han analizado los acontecimientos de su vida y muerte, para llegar a comprenderle más plenamente.
El siguiente video está basado en el artículo del Padre Maloney.
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