El Breve de Beatificación de Juan Gabriel Perboyre decía en 1889: “Un consuelo verdaderamente celeste y un honor sin igual han sido reservados por la Divina Bondad a Juan Gabriel: el hecho de que la Pasión que él ha sufrido tiene una semejanza particular con la de nuestro Redentor”.
Podemos establecer los siguientes paralelismos:
- “Con un bautismo tengo que ser bautizado y qué angustiado estoy hasta que se cumpla” – (Lc 12, 50)
Juan Gabriel ha deseado toda su vida el martirio. Él dice a sus seminaristas mostrándoles el hábito de Clet, muerto mártir en 1820: He aquí el hábito de un mártir… ¡Qué honor si nosotros tuviésemos un día la misma suerte! y él expresa este deseo más de una vez. - Jesús ha comenzado su Pasión después de tres años de vida pública.
Juan Gabriel ha comenzado, también él, su Pasión después de tres años de ministerio. - Jesús, en el huerto de la Agonía, exclama: “mi alma está triste hasta la muerte”
Juan Gabriel sufre una especie de agonía espiritual que dura tres meses, durante la cual le parecía a él que Dios le había abandonado. - Jesús, en su agonía, fue reconfortado por un ángel.
Juan Gabriel, en su “noche oscura de la fe”, fue reconfortado por una visión de Jesús crucificado que disipa sus angustias y le aporta una paz profunda. - Jesús fue traicionado y entregado por Judas a los soldados, por 30 denarios.
Juan Gabriel, también él, fue traicionado y entregado por 30 taels por el hijo de un catequista. - Jesús había tomado con él tres compañeros, Pedro, Santiago y Juan.
Juan Gabriel, también tenía en el momento de su arresto tres compañeros: Thomas que le permanece fiel, como San Juan; Felipe que se escapa, como Santiago, y finalmente un viejo catequista que, más tarde, le niega, como Pedro. - Jesús, en el momento de su arresto, impide a Pedro servirse de su espada para defenderle contra los soldados.
Juan Gabriel prohibió a su discípulo Thomas usar la violencia para defenderle contra los soldados venidos a arrestarle. - Jesús fue tratado como un criminal. “Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos” (Mt 26, 55).
Juan Gabriel fue tratado brutalmente cuando fue arrestado, cargado de cadenas y golpeado como un bandido. - Jesús fue arrastrado de un tribunal a otro, delante de Caifás, Anás, Herodes y Pilatos.
Juan Gabriel, también es arrastrado de tribunal en tribunal, tribunal militar y tribunal de crímenes, en la Su-Prefectura, en la Prefectura y en la capital de la Provincia delante del gobernador y el vice-rey. - Jesús es ayudado por el Cirineo en el camino del suplicio. (Mc 15, 21).
Juan Gabriel, exhausto, inspira compasión a un letrado, Lieou Kiou Lin, que le hizo transportar a su costa en un palanquín y lo acompañó incluso durante los dos días que dura el viaje después del arresto. - Jesús fue maltratado, injuriado, insultado escupido y azotado.
Juan Gabriel fue cruelmente golpeado con correas de bambú y cuero, escupido en la cara y azotado. - Jesús fue abandonado por los suyos, excepto por Juan y las piadosas mujeres.
Juan Gabriel tuvo el dolor de ver a dos tercios de los cristianos, arrestados y encarcelados con él, apostatar de su fe. Solamente algunos le permanecieron fieles. - Jesús fue negado por Pedro.
Juan Gabriel tuvo el dolor de ver a su viejo catequista Li, que estaba muy pegado a los misioneros, negando tanto su fe como a su maestro. Vencido por los tormentos, incluso llegó a insultarlo y golpearlo. - Jesús fue vestido con un manto de púrpura en casa de Herodes y enviado a Pilatos como un rey de comedia.
Juan Gabriel, por orden del mandarín, fue revestido con los ornamentos sacerdotales, y entregado de este modo a las burlas del populacho. - Jesús guarda silencio delante de Pilatos.
Juan Gabriel, después de haber confesado su fe, aguanta los suplicios en silencio y con una paciencia heroica. - Jesús desde lo alto de la cruz, ora por sus verdugos.
Juan Gabriel, en medio de una sesión de tortura, se pone de rodillas para agradecer a Dios haberle permitido sufrir por su nombre y reza por sus verdugos. - Jesús absuelve al buen ladrón diciéndole: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Juan Gabriel, en medio del tribunal, da muchas veces la absolución a los apóstatas arrepentidos. - Jesús escuchó los insultos de los fariseos y de la gente que le decían: “Si eres el Hijo de Dios, baja ahora de la cruz y sálvate a ti mismo.”
Juan Gabriel escuchó esta blasfemia de boca del vice-rey: “Ahora que sufres, ruega a tu Dios que te libre de mis manos”. - A Jesús, en el calvario, le dieron a beber hiel y vinagre.
Juan Gabriel, para eliminar un encantamiento, que según el juez, le hacía insensible al dolor, fue condenado a beber la sangre caliente de un perro con la garganta cortada. - Los soldados, para burlarse de Jesús, le hicieron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza.
Juan Gabriel sufrió un suplicio análogo: se le graban sobre la frente, en caracteres chinos, con un puntero enrojecido en el fuego, etas palabras: “Propagador de una secta abominable”. - Jesús, en lugar del gozo que se le proponía soportó la cruz sin miedo a la ignominia. Heb. 12, 2.
Juan Gabriel marcha al suplicio con alegría y su rostro se torna todo radiante. - Jesús sube al calvario con dos bandidos.
Juan Gabriel fue conducido a la muerte con muchos criminales que fueron ejecutados al mismo tiempo que él. - Jesús, desde lo alto de la cruz, grita: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu. (Lc. 25, 46).
Juan Gabriel, llegado al lugar de las ejecuciones, se arrodilla, levanta los ojos al cielo y encomienda su alma a Dios. - Jesús, en la cruz, veía a los verdugos repartiéndose sus vestiduras.
Juan Gabriel iba a ser atado a la cruz, los verdugos contaban con sus ropas, que compartirían después de su muerte, pero sus discípulos las redimieron, así como los instrumentos del suplicio para conservarlos como reliquias. - “Jesús ha sufrido la muerte fuera de la Puerta.” (Heb. 13, 12).
Juan Gabriel ha sido ejecutado fuera de la villa, en el lugar de las ejecuciones. - Jesús fue clavado en la cruz.
Juan Gabriel fue atado con cuerdas a una horca en forma de cruz y estrangulado. - Jesús murió el viernes a las tres de la tarde.
Juan Gabriel murió, también él, un viernes por la tarde. - Jesús recibió un golpe de lanza en el costado derecho por un soldado romano para asegurarse que estaba verdaderamente muerto.
Juan Gabriel recibió, también, el golpe de gracia: una patada violenta en el vientre por parte de uno de los soldados. - Jesús suscita la compasión de las mujeres piadosas, la profesión de fe del centurión y los remordimientos del pueblo.
Juan Gabriel suscita parecidos sentimientos en los paganos, corriendo en multitud, que murmuraban y protestaban contra la sentencia del tribunal. - Jesús aparece a Pedro, a Magdalena y a los Once discípulos.
Juan Gabriel se apareció al letrado pagano, su buen cirineo, que estaba enfermo y al final se convirtió. Apareció a otras personas dignas de fe. Una gran cruz apareció en el cielo en su muerte y fue vista por una multitud de gente, incluso desde muy lejos. - Jesús, al pie de la cruz, vio a su Madre llena de sublime resignación.
La madre de Juan Gabriel, al enterarse de su muerte, dice: Por qué debería yo dudar en hacer a Dios el sacrificio de mi hijo; la Virgen santa no ha dudado en hacer el sacrificio del suyo para nuestra salvación. - Los responsables de la muerte de Jesús tuvieron un triste final: Herodes y Pilatos fueron depuestos y murieron miserablemente en el exilio. Judas se ahorcó. Caifás fue destituido al final de un año.
Los responsables de la muerte de Juan Gabriel terminaron también miserablemente: El mandarín que le hizo arrestar fue depuesto y se ahorcó; el vice-rey tan cruel fue denunciado al emperador, despojado de sus bienes y enviado al exilio. Otros fueron condenados al exilio o murieron prematuramente.
André Sylvestre, CM
Traducido del francés por Félix Álvarez Sagredo, CM.
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