En el remoto municipio de Dharan, enclavado entre las verdes colinas del este de Nepal, se puede contemplar un espectáculo insólito. Sor Aisha Kavalakattu, una hermana conocida por su compromiso con el servicio social, ha emprendido la dura tarea de romper piedras.

Trabaja junto a los residentes locales bajo el abrasador sol nepalí. Las piedras que rompen servirán de materia prima para la siguiente fase de un proyecto que cambiará sus vidas: la construcción de un depósito de agua. Este depósito recogerá el agua de las cimas de las colinas, que luego se distribuirá a las distintas partes de Dharan a través de una red de grandes tuberías negras.

Sister Aisha Kavalakattu, a beacon of resilience in Dharan, Nepal, breaks stones under the sun for a noble cause – building water tanks. Her relentless spirit in the face of adversity is bringing clean water to the voiceless and helping the helpless. pic.twitter.com/8Rt6NWTYiv

— Sisters of Charity (@SistersNazareth) June 22, 2023

Liderada por el alcalde del municipio, esta iniciativa ha reunido a un grupo diverso de personas, cada una de las cuales ha aportado sus conocimientos y su tiempo de forma gratuita. Los avances hasta ahora son alentadores: el agua ya ha empezado a llegar a distintas zonas a través de las tuberías, un logro significativo en una zona donde el acceso al agua potable es un problema acuciante.

Sor Aisha no es ajena a estas iniciativas. Durante años ha estado al frente de proyectos similares, ayudando a llevar agua del río a todos los hogares de la región. Estas iniciativas han requerido innumerables reuniones con los aldeanos, funcionarios del gobierno y diversas entidades locales. Sor Aisha ha desempeñado un papel decisivo en estas interacciones, salvando las distancias entre las distintas partes interesadas y facilitando una colaboración eficaz.

En iniciativas anteriores se construyeron galerías de infiltración y muros de gaviones para protegerlas. La hermana Aisha y su equipo también se encargaron del mantenimiento y la construcción de carreteras para transportar los materiales necesarios para los tanques.

Además, se construyeron tres tanques bajo la supervisión de sor Aisha, y se instalaron casi 50 postes eléctricos y tres transformadores en colaboración con la Autoridad de Electricidad. Cuando la pandemia se extendió por todo el mundo en 2020, retrasando muchos proyectos de este tipo, la hermana Aisha y su equipo se pusieron en primera línea. El gobierno les concedió un permiso especial para continuar su trabajo, lo que demuestra la naturaleza esencial del proyecto.

Los esfuerzos de sor Aisha van más allá del mero suministro de agua limpia. Trata de fomentar el sentido de pertenencia entre la población local. Cada hogar que consuma agua de estos proyectos tendrá instalado un contador y se cobrará una tarifa simbólica por el servicio. Los fondos acumulados se destinarán al mantenimiento y funcionamiento de los proyectos mucho después de que la hermana Aisha y su equipo se hayan marchado.

A pesar de la crisis mundial, sor Aisha sigue siendo optimista. Mientras va picando piedra bajo el sol nepalí, su visión de un futuro mejor para los habitantes de Dharan es aún más prometedor. Como ella misma dice, su misión consiste en «convertirse en la voz de los sin voz y ayudar a los indefensos a ayudarse a sí mismos».

Fuente: https://nazareth.org/