El 20 de junio hemos celebrado el Día Mundial de los Refugiados 2023. Se trata de una cita anual, sancionada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para concienciar sobre la importancia de garantizar el derecho a la protección de toda persona obligada a huir de los conflictos, la persecución, la violencia y los daños causados por la crisis climática.
A día de hoy, este aniversario arroja luz sobre una situación dramática. Las cifras hablan por sí solas: según el informe Tendencias Mundiales 2022 de ACNUR,
108,4 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a desplazarse debido a persecuciones, conflictos, violencia, violaciones de los derechos humanos y sucesos que alteran gravemente el orden público.
Las tragedias que se están produciendo en el Mediterráneo también apuntan claramente a la situación actual. El más reciente, el dramático naufragio de Pylos, uno de los peores ocurridos en este mar.
Pienso con gran tristeza y mucho dolor en las víctimas del gravísimo naufragio ocurrido estos días frente a las costas de Grecia. Y parece que el mar estaba en calma. Renuevo mi oración por los que perdieron la vida e imploro que se haga todo lo posible para evitar tragedias semejantes.
Papa Francisco, Ángelus 18 de junio de 2023
El domingo 24 de septiembre de 2023 se celebrará la 109ª Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado. El Santo Padre ha elegido como título para su tradicional Mensaje «Libres de elegir si emigrar o quedarse», con la intención de promover una renovada reflexión sobre un derecho aún no codificado a nivel internacional: el derecho a no emigrar, es decir, el derecho a poder permanecer en la propia tierra.
Estas jornadas nos recuerdan que no podemos hacer como si no pasara nada. La crisis de los refugiados es un problema global que requiere un enfoque colectivo y la colaboración internacional.
La Hermana Paola Giolo, una Hermana de la Caridad entrevistada en nuestros micrófonos para el podcast UbiCasT, también nos lo dijo claramente.
La hermana Paola vive en primera línea de la emergencia, testigo diario de las dramáticas condiciones en que la gente desembarca en Lampedusa, huyendo hacia la esperanza de un destino mejor.
Allí, junto con otras dos hermanas de otras congregaciones, lleva a cabo en la isla el proyecto de la Unión Internacional de Superioras Generales “Fare Ponte tra i lampedusani e i migranti”, («Hacer de puente entre los lampedusinos y los migrantes»).
Del relato de la hermana Paola se desprende claramente la situación en Lampedusa: la presencia de un punto caliente; el centro de identificación, siempre abarrotado; la red con instituciones y ONG; la responsabilidad de ser centinelas en un lugar donde el respeto a la persona debe salvaguardarse siempre y en todo caso.
Puede escuchar su testimonio a continuación:
Fuente: https://www.suoredellacarita.org/
0 comentarios