La Extensión Católica (una organización que ayuda a garantizar que todos los católicos estadounidenses puedan practicar su fe dentro de comunidades religiosas dinámicas) pidió 10 Hermanas voluntarias para formar parte de su Campamento de Diversión para los alumnos de 3º y 4º grado y sus padres de la Escuela Primaria Robb, muchos de los cuales habían perdido a sus seres queridos en la masacre del 24 de mayo. «La Caridad de Cristo Crucificado» me instó a ser voluntaria. Fue una experiencia increíble pero desgarradora.

Los niños pasaban el día con nosotros realizando actividades divertidas, participando en alegrías en la sala de juegos, compartiendo la fe y haciendo manualidades. Cada una de estas estaciones fue diseñada para provocar el comienzo de la curación para ellos. La semana empezó bastante tranquila, pero cada día las risas eran más y más fuertes. Sabíamos que estaban confiando en nosotros y divirtiéndose.

Invitamos a los padres a cenar con nosotros cada noche y todos compartieron historias de sus seres queridos asesinados. Los niños hablaban de la pérdida de su hermana, su prima, su mejor amigo, etc. Un niño sobrevivió a un disparo en la espalda. Contó el trauma que aún sufre. En toda la ciudad hay murales de cada una de las 21 víctimas mortales. Una madre vino todas las tardes a ver cómo pintaban el mural de su hija. Imagínense. Una hermana gemela nos contó lo mucho que echa de menos a su hermana, que murió tiroteada. Ella misma no fue a la escuela ese día y posiblemente también habría sido asesinada.

Por favor, recen por estos hermosos niños y sus familias. La curación llevará mucho tiempo, si no de por vida. Estaré profundamente agradecida por siempre por esta oportunidad de ver a Cristo en estos hermosos rostros y quizás llevarles el rostro de Cristo a ellos. ¡¡Fuerza, Uvalde!!

Sor Regina Hlavac, H.C.
Fuente: https://daughters-of-charity.com/