La mirada del cristiano es muy distinta a la mirada del mundo. Aprendamos a mirar con los ojos de Dios: desde el servicio y la compasión.
Con los ojos
No quiero mirar, Señor, con los ojos
del que sabe,
del que tiene,
del que puede,
del que es.
Enséñame a mirar con los ojos
del que sirve,
del que comparte,
del que acoje,
del que transforma.
Javier F. Chento
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