Consejos para los que no saben qué decir

Si has seguido mi consejo anterior y has dejado de ignorar a los vagabundos con los que te cruzas, te habrás dado cuenta de que dejar este comportamiento antisocial a veces puede dar lugar a una mayor interacción. Ahora bien, si no eres un conversador nato (yo, por ejemplo, soy de las que dicen accidentalmente «usted también» cuando una camarera me dice que disfrute de la comida), puede que te no sepas qué decir.

Hablar con alguien que experimenta una perspectiva muy diferente a la tuya es siempre especialmente tenso. No querrás decir algo equivocado y, sin querer, molestarle u ofenderle. Pero no debes pensar que «hablar con una persona sin hogar» es algo muy distinto a hablar con cualquier otro tipo de persona. Este tipo de pensamientos no se basan en la realidad y sólo te pondrán más nervioso.

Desde un simple «hola» hasta un «¿qué necesitas hoy?», hay muchas cosas que puedes decir para intentar conectar con una persona sin hogar que te encuentres, por mucho o poco que quieras comprometerte en ese momento.

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Estas 5 cosas que decir harán que las cosas avancen hasta que la conversación fluya naturalmente.

«Hola»

Hola, qué tal, buenos días, son frases sencillas para saludar. Sirven tanto para iniciar una conversación como para saludar de pasada. La mayoría de las veces, es todo lo que hay que decir.

Esta situación nos sucede a todas varias veces al día. Miras a alguien a los ojos, sonríes, intercambias un saludo, tal vez algunas palabras de cortesía si vais en el mismo ascensor o algo así. Después, cada uno sigue con su vida. No es diferente cuando se trata de una persona sin hogar.

«¿Cómo puedo ayudarte hoy?»

Si quieres ayudar a una persona sin hogar que encuentres, pregunta primero si necesita ayuda. En caso afirmativo, qué tipo de ayuda. Siempre es mejor preguntar lo que se necesita que darlo por hecho o repartir kits prefabricados que sirvan para todo. No es mala idea tener a mano los artículos más solicitados. Pero ten en cuenta que no hay una talla única para todos.

Si no puedes dar dinero en efectivo, sé sincero y di algo así como: «No tengo dinero en efectivo, pero ¿hay alguna otra forma en que pueda ayudarte?». Puede que te sorprendan las respuestas que recibas. A veces, lo que más se necesita en ese momento es comida, ropa, información, transporte o simplemente alguien con quien hablar.

«¿Viste el partido anoche?»

El deporte es una forma estupenda de aproximar a personas de cualquier origen por una causa común. Además, los grandes acontecimientos deportivos suelen retransmitirse en albergues y otros lugares públicos. Así que es muy probable que la persona con la que hablas lo viera si quisiera.

Hablar de deportes es una forma agradable de pasar unos minutos. Para una persona sin hogar, en particular, puede distraerla de sus dificultades cotidianas y hacer que vuelva a sentirse «normal».

Si no te gustan mucho los deportes, tantea el terreno con otros grandes acontecimientos televisados. O déjate guiar por ellos y pregúntales qué han visto últimamente.

«¿Cómo te va?»

Preguntar cómo le va a una persona y desear sinceramente escuchar su respuesta es una poderosa herramienta de conexión entre dos personas. Hacer esta pregunta a una persona sin hogar que conozcas le da la oportunidad de responder como quiera… ya sea con una respuesta sincera o encogiéndose de hombros.

No te sorprendas si te contestan «bien» o «todo lo bien que se puede». Aunque pienses que es imposible que las cosas le vayan bien a esa persona, lo más probable es que no quiera compartir de entrada la historia de su vida y sus pensamientos y sentimientos más íntimos con un completo desconocido.

Si te da una respuesta pesimista, puedes continuar con algo como «¿te gustaría hablar de eso?». De repente, habrás pasado de intercambiar simples cumplidos a conocer de verdad a alguien.

Este tipo de preguntas abiertas son buenas porque dan a la persona con la que hablas el control total sobre la profundidad de la conversación.

«Estaré acordándome de ti»

Para algunas personas puede ser reconfortante saber que alguien está pensando en ellas, rezando por ellas o enviándoles buenas vibraciones. Especialmente en el caso de las personas sin hogar que son religiosas, rezar por ellas o con ellas es un regalo muy significativo.

Si has conseguido conectar con la persona con la que hablas y empezar a conocerla de verdad, esta puede ser una forma especialmente poderosa de concluir tu conversación con ella.

Pero ten cuidado con esto. Si es lo único que le dices a una persona, o tus palabras no están respaldadas por acciones concretas, puede sonar un poco a meros «deseos y plegarias».

Siempre es mejor acompañar tus buenos deseos con algo que realmente ayude en el momento. Pero una vez hecho esto, un último mensaje de buena voluntad como éste puede ser la guinda del pastel.

Al igual que el glaseado, no es tan bueno por sí solo.

Y ahora, ¡a utilizarlas!

Ahí lo tienes, 5 frases útiles y fáciles de recordar para iniciar una conversación cada vez que te encuentres en una situación social inesperada. Cuando hacer contacto visual y sonreír no te parezca suficiente, utiliza una de estas ideas para empezar a establecer una conexión más significativa con alguien. Nunca se sabe adónde puede llevarle la conversación.

Por supuesto, para que te lleve a alguna parte, tendrás que utilizar estos recursos de conversación en la vida real. Así que sal de tu cabeza, entra en tu ciudad y empieza a ampliar tus horizontes. Seguro que has visto algunas de las increíbles entrevistas con personas sin hogar que aparecen en este sitio. Pero, a decir verdad, hay gente así en todas partes, a menudo pasando desapercibida.

Kayla Robbins

Kayla Robbins es una escritora independiente que trabaja con marcas y empresas de mucha sensibilidad social. Cuando no está trabajando, le gusta tejer calcetines, jugar al d20 y ver episodios de «The Great British Bake Off».

Artículo de Kayla Robbins
Publicado originalmente en invisiblepeople.tv | 15 de agosto de 2019