En su Carta de Cuaresma de 2005, el que fuera Superior General, P. Gregory Gay, C.M., propuso:
«Que este tiempo de Cuaresma sea un tiempo especial de gracia para ayudarnos a reflexionar y profundizar en nuestro compromiso de seguir a Jesucristo, Evangelizador y Servidor de los pobres. Una de las ricas tradiciones para ayudarnos a vivir esa reflexión y continuar nuestros propios procesos personales de conversión es el examen de conciencia».
Su planteamiento es sencillo y directo; la exposición es breve. Reserva un tiempo esta Cuaresma para hacerte las siguientes preguntas, basadas en las cinco Virtudes Vicencianas: Humildad, Sencillez, Mansedumbre, Mortificación y Celo Apostólico.
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