El norte de Kenia sufre una grave sequía y hambruna, la peor de esta región en cuarenta años. Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA), el cambio climático y el fenomeno meteorológico de La Niña en el océano Pacífico han provocado una insuficiente quinta estación de lluvias. El resultado es una crisis asombrosa por su magnitud y devastación:
- 35 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en Kenia;
- casi un millón de niños sufren desnutrición aguda;
- 135.000 mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas;
- casi 1 millón de personas en Kenia y Somalia se han visto obligadas a emigrar de sus hogares en busca de alimentos y agua;
- han muerto más de 2,5 millones de cabezas de ganado en el norte de Kenia.
Con la inestabilidad alimentaria y económica derivada de la pérdida de ganado, la violencia va en aumento. Frank Pope, director general de la organización benéfica Save the Elephants, con sede en el norte de Kenia, declaró: «En el norte de Kenia limitamos con Sudán del Sur, Etiopía y Somalia, todos ellos aún sumidos en conflictos que vierten armas ligeras a este ecosistema, por lo que aquí hay muchas armas y cada vez más hambre…».
Lemarti Lemar, líder comunitario del condado de Samburu, en el norte de Kenia, afirma: «La gente está perdiendo todo lo que tiene. Si un hombre pierde 50 reses, supone una merma de 25.000 dólares o más. Pero lo más peligroso es que los jóvenes moran (guerreros) ya no tienen ganado que cuidar. Se apoderan de armas ilegales, no tienen nada que hacer. Han dejado de escuchar a los mayores y algunos se han convertido en gángsters… Estamos perdiendo el control».
Como cualquier otra región del mundo afectada por la sequía, las mujeres se ven muy perjudicadas. Las graves situaciones de sequía amplifican las desigualdades de género existentes en sus medios de subsistencia, salud y seguridad. Obliga a mujeres y niñas a recorrer largas distancias para buscar agua potable, lo que interfiere en su escolarización.
El mundo está respondiendo con alimentos, ayuda humanitaria y ayuda para mitigar los daños. Según sor Vinaya Chalil, Hermana de la Caridad de Nazaret, el gobierno de Kenia está intentando proporcionar alimentos y agua para personas y animales, pero la demanda es abrumadora. El gobierno ha pedido a las organizaciones no gubernamentales que lleven ayuda e intervengan con sus donaciones. Sor Vinaya dice que casi la mitad de Kenia (veintidós condados) han declarado la sequía.
Aunque nuestras Hermanas de Nazaret están situadas en el sureste del país (ver Mapa de Kenia para la zona de Malindi), también ellas se ven afectadas por la prolongada sequía. Deben comprar agua más a menudo para su depósito, ya que no hay suficiente precipitación de agua de lluvia del tejado para llenar el depósito. Además, los trastornos sociales causados por la grave sequía y la hambruna en el norte afectan a la estabilidad de todo el país.
Carolyn Cromer and Joetta Venneman
Fuente: https://nazareth.org/
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