Jesús es el Ungido con el Espíritu Santo y el Enviado del Señor para predicar la Buena Noticia a los pobres.
Se encierran en Cristo todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Y los sacan a la luz los escritores sagrados y los santos y santas doctores. Les damos gracias por compartir y predicar lo que les da a conocer el Espíritu Santo.
Pero por mucho que captemos lo que enseñan y nos adentremos en ello, nada nos valdrá todo si no tomamos a Jesús por el que predica la Buena Noticia a los pobres. Ante todo, sí, él es el que pasa por toda Galilea para predicar la Buena Noticia del reino. No le molesta que esté con gente a la que odian los demás. Gente de la Galilea de los gentiles (véase Jn 7, 52).
Y al predicar Jesús la Buena Noticia, no la deja de predicar, desde luego, «de palabra y de obra» (véase SV.EN XI:393). Pues no solo enseña él en las sinagogas; sana también a los enfermos y a los con dolencias (véase también Hch 10, 38).
No, no cabe duda de que ayuda él de todas las formas a los pobres: los cuida, los asiste en sus aflicciones de cuerpo y de alma. Procura también que los demás les ayuden de todos los modos. Es por eso que llama a Andrés y a Simón, y a Santiago y a Juan. Y ellos, a su vez, dejan sus redes, sus barcas y sus hogares, y lo siguen.
Dejarlo todo para predicar a Cristo en la cruz
A los llamados y también elegidos se les concede, sí, poder dejarlo todo para seguir al que los llama y elige. Se les promete también que se les bendecirá a ellos cien veces en este mundo y en el que viene (Mc 10, 29-30). Se nos da por cierto, por lo tanto, que ser feliz es seguir a Jesús en su servir a los pobres (SV.ES III:359). Quiere decir esto, claro, que hemos de renunciar a nosotros mismos hasta entregar nuestros cuerpos y derramar nuestra sangre.
¿Somos de esos llamados y elegidos? ¿De los que no se precian de saber de nada, pues les basta con conocer a Jesucristo, y éste crucificado, para que su cruz se quede eficaz?
Señor Jesús, haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean para que logremos así reflejar tu bondad y predicar la Buena Noticia.
22 Enero 2023
3º Domingo de T.O. (A)
Is 8, 23 – 9, 3; 1 Cor 1, 10-13. 17; Mt 4, 12-23
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