Poner en práctica la virtud de la mansedumbre
21 de diciembre de 2022
Tomás de Aquino nos recuerda que la pasión más inmediatamente asociada con la justicia es la ira1. La ira retrocede ante la injusticia a fin de saltar sobre ella y hacerla desaparecer. Ella nos mueve hacia la justicia, a estar hambrientos y sedientos de ella. La ira brota del amor y del respeto por la persona humana, cuyos derechos han sido violados. Es una tensión bien-mal, para restablecer un orden en el que las personas puedan crecer y prosperar. Por lo tanto, deberá surgir siempre cuando se perciba que existen estructuras injustas que privan al pobre de la libertad política, social, económica, o personal que exige su dignidad humana. La mansedumbre encuentra modos de expresar la cólera en “acciones en favor de la justicia y la participación en la transformación del mundo“2. Quienes se dedican al ministerio, tendrán como tarea principal educar para la justicia y la paz3.
1Cf. Summa Theologica I-II. 46.2. 4. 6.
2Sínodo de Obispos, 1971, Justice in the World, en Acta Apostolicae Sedis, 63 (1971) 924.
3Cf.Juan Pablo II, “Mujeres: Maestras de la Paz”, Origins 24 (#28; 22 Dic. 1994) 465-69; Jorge Mejía, “Dimensiones del Ministerio Esencial de los Obispos”, Origins 24 (# 39; 16 Marzo, 1995) 641-648; Dolores Leckey, “Peacemaking and Creativity: Three Dynamics”, Origins 24 (#45; 27, abril, 1995) 777-780. Leckkey hace resaltar tres componentes portadores de paz: la escucha, la belleza y la risa.
Fuente: P. Robert P. Maloney, C.M.: OTRA MIRADA A LA “MANSEDUMBRE”
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