¡Probablemente conozcas a más santos de los que crees!
Reconozco que hay pocos entre nosotros que hayan tenido el privilegio de conocer a una santa como la Madre Teresa. Sin embargo, tú y yo hemos tocado, o hemos sido tocados por santos.
En cierto sentido, todos compartimos la pregunta de May… «¿Cómo puede ser esto?»
Todo depende de la definición de santo.
En esta reflexión analizo lo que el papa Francisco llama la santidad de los santos de la puerta de al lado.
El papa Francisco en sus propias palabras
Los santos de la puerta de al lado
7. “ Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente:
a los padres que crían con tanto amor a sus hijos,
en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa,
en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo.
En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante.
“Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad».[4]
9. “La santidad es el rostro más bello de la Iglesia”.
El Señor llama
10. (El Señor) se dirige también a ti: «Sed santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45; cf. 1 P 1,16).
11. «Cada uno por su camino», dice el Concilio (Vaticano II).
«No se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables».
Hay testimonios que son útiles para estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para nosotros.
Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él.
14. «Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así«.
«Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra«.
«¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega».
«¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia».
«¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos».
«¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús».
«¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales».[14]
16. «Esta santidad a la que el Señor te llama irá creciendo con pequeños gestos«.
(Tampoco hace falta haber nacido en ningún lugar específico)
El gran criterio: Mateo 25
«Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, estuve enfermo y me atendisteis, estuve en la cárcel y me visitasteis» (vv. 35-36)
Todos estamos llamados a reconocer, celebrar y ser «santos ordinarios», «santos de la puerta de al lado».
Así que dime ahora… ¿Cuántos santos conoces?
Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk
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