Las madres podrían haber ahorrado mucho dinero a la Universidad de Stanford. La mayoría de las madres saben instintivamente cuándo se manifiesta la «sordera materna» en sus hijos adolescentes. Es uno de los períodos más confusos y estresantes de la maternidad.
Un estudio de Stanford revela que el cerebro de los adolescentes bloquea el sonido de la voz materna. Alrededor de los 13 años, el cerebro de los niños ya no encuentra las voces de sus madres como algo único y sintonizan más con otras voces desconocidas.
Pero ahora, no sólo hay pruebas. Hay algunas teorías sobre el porqué. Puede que tenga que ver con el interés y la necesidad de explorar el mundo fuera de casa como parte del proceso de «crecimiento».
Antes de la aparición de la «sordera materna»
Hace más de 60 años, el psicólogo Abraham Maslow propuso su famosa jerarquía de las necesidades humanas, que abarca desde las necesidades biológicas más básicas hasta la cúspide de la realización del propio potencial.
«Las madres son maestras en ayudar a sus hijos a satisfacer toda esta gama de necesidades humanas: desde proporcionar alimento físico y seguridad, amor y afecto, hasta apoyar el crecimiento emocional y espiritual». Why your Mom may be the Mother of all heroes [Por qué tu madre puede ser la madre de todos los héroes]
Las madres defienden y protegen
Abundan las historias increíbles de madres que hacen lo que sea para salvar a sus hijos, ya sea levantando pesos astronómicos o sacrificando sus propias vidas.
Las madres aportan inteligencia y sabiduría
Las madres suelen esforzarse por transmitir la sabiduría a sus hijos. Nos enseñan que las cosas más importantes de la vida son intangibles y no se pueden comprar: el amor, la integridad, el carácter y la honestidad.
Las madres como modelos morales
Somos testigos de la abnegación y los sacrificios diarios de las madres. Aprendemos implícitamente que todos estamos llamados a realizar estos actos de bondad por los demás. Ellas nos enseñan cómo comportarse de forma virtuosa.
Las madres engrandecen e inspiran
Una buena madre piensa en el bienestar de sus hijos y quiere lo mejor para ellos. Anima a sus hijos a alcanzar las estrellas y a maximizar su máximo potencial. Como dijo un destacado director general: «Mi madre nos educó a mí y a mi hermana para que creyéramos que podíamos hacer cualquier cosa, y nosotros la creímos».
¿Las mujeres se convierten instantáneamente en santas cuando tienen un hijo? Por supuesto que no. Pero cuando se pregunta, la mayoría mencionan a las madres como su héroe número uno.
Aprender a reconocer de nuevo la voz de la madre
«Mi madre siempre me decía…»
¿Cuántos de nosotros hemos dicho estas palabras avanzada la vida?
Aún hoy me sorprende lo que recuerdo de m madre… sobre todo porque las palabras eran a menudo refranes alemanes en su dialecto nativo.
Toda madre da a sus hijos las instrucciones que cree que les servirán para la vida.
Con el amor de un corazón de madre y la determinación de un sargento instructor, suele repetir esas palabras una y otra vez.
Me puse a pensar en las últimas palabras que escuchamos de María en el Nuevo Testamento
Lo que nos enseñó nuestra Madre María
En el evangelio de Juan, dice a los servidores de Caná: «Haced lo que Él os diga» (Juan 2,5)
Este es quizás el mejor consejo de toda la Biblia. ¡Haced lo que os diga JESÚS! Reconozcamos que los sirvientes son un representante de cada uno de nosotros.
¿Qué les dijo a ellos… y a nosotros… la noche antes de morir?
Después de lavar los pies de sus amigos, dice «Haced esto en memoria mía… ¡lavaos los pies los unos a los otros!».
Nos hemos acostumbrado a mirar a María para todas nuestras necesidades.
Con demasiada frecuencia hemos desarrollado una «sordera de madre» ante los consejos que Ella nos da.
Necesitamos recordar y apreciar la lección más importante que María puede enseñarnos: haced lo que Él os dice.
Mientras «crecemos», ¿nos acordamos de lavarnos los pies unos a otros… especialmente a los más pequeños?
Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk
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