CONVENT STATION, NJ (EE.UU.) – Las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel de Convent Station, Nueva Jersey, han votado adoptar una postura pública de la Congregación contra el racismo. Después de un proceso de un año de reflexión, oración y estudio sobre el racismo, las Hermanas expresaron su compromiso en la siguiente declaración:

Como Hermanas de la Caridad de Santa Isabel, nos esforzamos por ser profundamente conscientes del valor inherente de la persona humana, imagen de Dios. Reconocemos que, en lo que hemos hecho y en lo que hemos dejado de hacer, hemos sido cómplices, individualmente y como Congregación, del pecado del racismo. Pedimos perdón al Dios de la Caridad sin Límites y a las personas que han sido perjudicadas de alguna manera por nuestras actitudes y acciones racistas. Al tiempo que avanzamos en la misión, nos comprometemos:

• a ser una Congregación antirracista y a promover el antirracismo en nuestras comunidades y ministerios;
• a hacer frente al racismo estructural de nuestra sociedad y a educar y abogar por políticas que corrijan esta injusticia permanente;
• a enriquecernos a través del contacto con la maravillosa diversidad de las culturas humanas;
• a aportar una perspectiva antirracista a nuestro trabajo sobre otras cuestiones relacionadas con la justicia, la paz y la integridad de la creación;
  a rezar para que se cumpla el sueño de Dios de un mundo en el que todas las personas puedan prosperar.

Sor Maureen Shaughnessy, SC, Superiora General de las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel remarcó: «Como todas las personas de buena voluntad, las Hermanas de la Caridad están profundamente preocupadas por el persistente legado del racismo en la cultura estadounidense. Con esta Declaración Pública nos comprometemos a nosotras mismas y a nuestros ministerios a unirnos a otros en la transformación antirracista de nuestra sociedad».

Las Hermanas de la Caridad, las Asociadas de Seton, y sus socios en la misión, utilizarán esta declaración para guiar sus esfuerzos continuos para educar sobre el racismo y para abogar por legislaciones y políticas que abordarán la desigualdad racial en nuestras instituciones sociales, culturales y políticas.

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Las Hermanas de la Caridad fueron fundadas por santa Isabel Ana Seton, en el espíritu de san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac, en Emmitsburg, Maryland, en 1809. En 1859, la madre Mary Xavier Mehegan fundó la comunidad de Nueva Jersey, conocida como las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel. En la actualidad, las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel se dedican a la educación, la atención sanitaria, la pastoral y los servicios sociales en 13 diócesis de Estados Unidos, El Salvador y Haití. La Congregación cuenta actualmente con 187 miembros con votos. La relación de Asociados de Seton cuenta con 300 mujeres y hombres laicos y religiosos afiliados.