Una Hermana muy querida en la India ha pasado años ayudando a restablecer la salud de los más enfermos y a crear conciencia en torno a una enfermedad prevalente. Sor Nirmala Mulackal, SCN, desempeñó un papel fundamental en el marco de una colaboración para acabar con la tuberculosis. Señala que la India tiene una de las tasas de tuberculosis más altas del mundo. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud fechado en 2016, hay 2,79 millones de casos. Además, la Radio Pública Nacional (NPR) informó en 2017 que la India se encontró por dos años consecutivos con la «dudosa distinción de ser el número uno en el mundo por las muertes de la tuberculosis: 423.000 pacientes con tuberculosis murieron en el año 2016. Eso es un tercio de los 1,4 millones muertos en el mundo».
En 2017, el primer ministro Shri Narendra Modi estableció el objetivo de que la India estuviese libre de tuberculosis en 2025. Con esto en mente, la Conferencia de Obispos Católicos de la India y la Coalición para el SIDA y Enfermedades Relacionadas (CBCI- CARD) se unieron al programa del gobierno, y al proyecto del Fondo Mundial para eliminar la tuberculosis. La idea era aumentar la educación, la concienciación, el fácil acceso al diagnóstico y los recursos para el tratamiento y la recuperación. Lo que más preocupaba eran los impactantes 4,3 millones de personas en la India que no habían sido diagnosticadas o no habían sido registradas, lo que daba lugar a una transmisión continuada.
Sor Nirmala se sintió impulsada por estos esfuerzos nacionales e internacionales debido a su experiencia en la atención sanitaria. También creía mucho en el impacto que tiene el ministerio de colaboración, y conocía el trabajo de la CBCI-CARD, que tenía como prioridad servir a la gente de la India, y entre los objetivos, mejorar su estado de salud.
Durante muchos años, sor Nirmala estuvo al frente del Hospital Nazaret de Mokama, en la India. Mokama está en el estado de Bihar y tiene uno de los niveles más altos de personas que viven en los márgenes. Sor Nirmala destaca que entre los estados más afectados por la tuberculosis están Bihar, Delhi, Madha Pradesh y Bengala Occidental. En su ministerio en el hospital, se encuentra a menudo con casos de tuberculosis.
Después del Hospital Nazareth, sor Nirmala se incorporó a la Oficina de Desarrollo de la Provincia Oriental. Mientras estaba en esta misión, se le planteó la posibilidad de volver a la asistencia sanitaria.
Según recuerda: «En 2016, el entonces director de la Comisión de Salud y secretario de la CBCI-CARD me invitó a asumir la responsabilidad de llevar a cabo el proyecto del Fondo Mundial en la lucha contra la tuberculosis». Muchos la animaron a aceptar esta nueva oportunidad como Directora Ejecutiva, ya que estaba relacionada con la salud, especialmente la salud pública, y el ministerio con los enfermos y los pobres.
Aceptó el cargo en marzo de 2016. Así describe sus primeros días: «Cuando asumí la responsabilidad, una de las cosas que más me chocó fue que era la única mujer de todo el equipo, así como la única mujer líder, que dirigía a miles de personas que trabajaban en cinco niveles, desde la dirección central hasta los niveles de base».
«La idea era aumentar la educación, la concienciación, el acceso fácil al diagnóstico y los recursos para el tratamiento y la recuperación».
Sor Nirmala dice que el gran equipo estaba formado por coordinadores centrales, estatales y de distrito, así como por organizaciones no gubernamentales (ONG) y voluntarios de la comunidad que trabajaban en los niveles de base. «No tardé en reconocer que la mayoría del personal era gente muy cualificada y con experiencia, y que mi trabajo consistía en mantenerlos a todos unidos y motivados para que dieran lo mejor de sí mismos». Y añade: «Pasé mis primeros días trabajando para identificar la experiencia y la excelencia del personal directivo, del programa y de los directores y coordinadores de finanzas… Fui capaz de establecer relaciones y ganar la aceptación y la cooperación del personal clave, así como del personal de oficina». Juntos, estos hombres y mujeres tuvieron un impacto significativo en el tratamiento de la tuberculosis. El área que dirigía sor Nirmala fue calificada como la número uno entre los cinco subreceptores del Fondo Mundial para la eliminación de la tuberculosis de los estados en los que participaban activamente.
La Hermana Nirmala disfrutó de su paso por la CBCI-CARD, y tuvo muchas experiencias gratificantes. Entre ellas, destaca cómo el ministerio ayudó a miles de pacientes de tuberculosis a curarse y a disfrutar de una mejor salud. Algunos de los pacientes curados se convirtieron en embajadores del programa. Estos hombres y mujeres marcaron diferencias significativas en sus pueblos.
Según el sitio web de la CBCI-CARD, en total se diagnosticaron 42.000 pacientes de tuberculosis con esputo positivo y se remitió a más de 348.000 personas sospechosas de tener tuberculosis para que fueran examinadas.
Sor Nirmala dice que pudo trabajar con personas de todos los ámbitos de la vida y de todos los niveles de gobierno.
«Conocer y trabajar estrechamente con algunos de los funcionarios de organismos civiles y eclesiásticos me permitió vivir momentos muy enriquecedores y perspicaces. Asistir a conferencias nacionales y mundiales fueron experiencias esclarecedoras y oportunidades de gran aprendizaje, al conectarme con personas y organizaciones a nivel mundial», añade.
Debido a la estrecha asociación y al hecho de tener su sede en el Centro de la CBCI, sor Nirmala y los miembros del ministerio recibieron una invitación del Nuncio Apostólico, junto con los miembros del consejo de administración. Ella explica: «Considero un privilegio y un momento de bendición el haber sido reconocida como Hermana de la Caridad de Nazaret». Sor Nirmala dice que al interactuar con varias instituciones y funcionarios, pudo dar a conocer mejor la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Nazaret (SCN). «Cuando miro hacia atrás, los años que pasé como directora ejecutiva de CBCI-CARD, me mantuvieron activa, enérgica y entusiasta en la misión. Fue un viaje de entrega, y de entrega incondicional. Aunque fue un compromiso fuera de la comunidad de SCN, siempre estuve acompañada por el liderazgo de SCN, y miembros de la Congregación… dondequiera que fuera. Cierro este capítulo de mi vida con una espiritualidad más profunda y la gracia de buscar la bondad en los demás».
Ahora, sor Nirmala se encuentra animando a otras a tomar el mismo camino que ella se sintió llamada a tomar. «Mi más sincero deseo es que cada vez más de nuestras Hermanas de la Caridad de Nazaret más jóvenes busquen entrar en ministerios de colaboración, y que trabajen en red con asociaciones público-privadas para que nuestra vida de compromiso sea más significativo».
Fuente: https://nazareth.org/
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