Marzo es un mes para celebrar la historia de las mujeres y el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y anticipar la nueva vida en primavera. Mi reflexión de este año es sobre las mujeres que están creando historia y un momento reciente en el que me sentí muy orgullosa de ser una mujer vicenciana.

Hace un mes, como parte de la ONG para el Desarrollo Social, organizamos el Foro de la Sociedad Civil para la Comisión de Desarrollo Social en la ONU. Un trabajo de amor, pero muy comprometido y extenuante, que esperaba con impaciencia su finalización. Eso, hasta que ocurrió. Entonces, dos mujeres «vicencianas» muy especiales animaron mi espíritu. No se trata sólo de quiénes son, sino de lo mucho que se preocupan. Es su pasión por la dignidad de la persona y los derechos humanos. Es su impulso y su determinación desinteresada de acompañar a los pobres y trabajar con ellos para crear un mundo mejor. Son la esperanza de nuestro futuro.

Ambas intervinieron en la primera sesión temática del MSC, el 9 de febrero, sobre la pobreza, la dignidad humana y el bienestar. Tras el discurso de Olivier De Shutter, Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Rose de Lima Ramanankavana habló con pasión de la pérdida de dignidad y bienestar de las viudas que no tienen derecho a la propiedad conyugal y que sufren la falta de hogar con sus hijos tras la muerte del cónyuge en Madagascar. Habló de su desesperación, de la pérdida de respeto hasta que reciben ayuda y apoyo de grupos como la Asociación Internacional de Caridadees (AIC). Ofrecerles alimentos, educación, formación profesional y vivienda, les da vida y les devuelve la dignidad. Describió concretamente las condiciones de pobreza en todo el mundo, tal como las ven las voluntarias AIC, que conducen a la pérdida de la dignidad y del respeto.

Rose es una líder de la Familia Vicenciana desde hace muchos años. Profesora de profesión, educa no sólo con palabras sino también con su testimonio.  Rose fundó en 1988 la Asociación AIC de Madagascar, una de las 55 asociaciones nacionales de la AIC. Fue presidenta de la AIC-Madagascar de 1992 a 2000 y pasó al Consejo Internacional desempeñando diversas funciones y presidenta de AIC-Internacional a partir de 2020. Más allá de sus logros, lo más impresionante de Rose era su capacidad de dejar de lado sus propias necesidades para hablar en nombre de las mujeres pobres. El techo de la casa de Rose fue destruido por el ciclón Batsirai sólo dos días antes de este evento. No tenía electricidad ni Internet. Sin embargo, perseveró, creó recursos y habló de las necesidades de los demás en medio de su propio desastre personal y comunitario.

Sadiqa Reynolds es Presidenta y Directora General de la Liga Urbana de Louisville, en Kentucky. Su nombramiento la convierte en la primera mujer que ocupa este título en los 95 años de historia de la filial. Anteriormente había sido jefa de construcción de la comunidad en la Oficina del Alcalde, donde supervisaba a unos 1.500 empleados, jueza de distrito y secretaria de un juez del Tribunal Supremo de Kentucky. Sadiqa es una poderosa defensora de las personas sin hogar y pobres. Cree profundamente en sus capacidades y se niega a permitir que se pisotee su dignidad.  Trabaja incansablemente para ayudar a las poblaciones marginadas a alcanzar la igualdad social y económica a través de servicios directos y de la promoción.

No es de extrañar que las Hermanas de la Caridad de Nazaret se asociaran con la Liga Urbana de Louisville en junio de 2021 con una inversión de 2,5 millones de dólares en la Liga Urbana de Louisville y su «Camino hacia adelante para Louisville». Esta inversión permitirá rehabilitar 50 propiedades vacías y abandonadas en el extremo oeste para convertirlas en unidades de alquiler asequibles durante los próximos tres años. Además, cada unidad se equipará con puertas, ventanas, aislamiento, calefacción, ventilación y electrodomésticos de alta eficiencia energética en un esfuerzo por minimizar los costes de los servicios públicos para los inquilinos, reducir el efecto de la Isla de Calor Urbana y el calentamiento global. Las obras de rehabilitación comenzarán inmediatamente y las unidades estarán disponibles para su alquiler a finales de este año.

Rose y Sadiqa son mujeres humildes y entregadas. Abrazan el grito de los pobres y, caminando con la gente que es pobre, están construyendo un mundo mejor. Estas mujeres son poderosas, provocadoras e inspiradoras. Ambas mujeres enviaron un mensaje claro de que debemos superar el enfoque de la pobreza basado en los ingresos, que no ha logrado abordar las desigualdades y la discriminación, y adoptar un enfoque multidimensional. Doy las gracias a Rose y a Sadiqa por haberme animado a escuchar y examinar lo que las personas que viven en la pobreza pueden aportar a la sociedad, una sociedad más inclusiva. Me comprometo a trabajar, como sugirieron estas mujeres, en la construcción de la confianza, y en enfoques imaginativos y universales para aliviar la pobreza. Las mujeres que hacen historia, que se suben a los hombros de las hermanas que vinieron antes, hacen que mi alma cobre vida.

Celebremos a las mujeres, celebremos a las mujeres que hacen un mañana mejor, celebremos la primavera.

MaryAnn Dantuono,
Representante de AIC internacional ante la ONU