Desde que comenzó la invasión de Ucrania, más de 2 millones de ucranianos han huido de su país, muchos de ellos niños.
Madres polacas anónimas protagonizaron un gesto hermoso que capturó el fotoperiodista Francesco Malavolta: varios carritos alineados con mantas en el andén de la estación de tren de Przemyśl Główny, donados por madres polacas para que las madres ucranianas tengan un lugar seguro y cálido donde dejar a sus bebés cuando lleguen a su país en busca de refugio.
Dicen que la guerra saca lo peor del ser humano, pero también lo mejor. Claro ejemplo es este sencillo gesto de las madres polacas, al igual que tantas otras muestras de solidaridad que se están viendo a favor de los más afectados en el conflicto de Ucrania.
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