La invasión en Ucrania ha horrorizado y horroriza a la práctica totalidad del mundo, que ha alzado la voz en contra de los actos injustificables del gobierno ruso. No es esta una guerra del pueblo ruso contra el pueblo ucraniano, sino las consecuencias de los delirios de un gobernante y sus acólitos que, en palabras de la escritora rusa Liudmila Ulítskaya, «se ha vuelto loco, todo esto es el acto de un hombre que ha perdido la razón».

El 2 de marzo, en una votación histórica en sesión extraordinaria de emergencia, la Asamblea General de la ONU condenó por una aplastante mayoría la invasión rusa de Ucrania: solo cinco países (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Siria y Eritrea, ninguno de ellos ejemplo de democracia) votaron en contra. Ni siquiera países como Cuba, Nicaragua, China, India, Sudáfrica o Irán se alinearon con Moscú, absteniéndose. La inmensa soledad del mandatario ruso queda patente en esta y en otras muchísimas declaraciones que se han hecho por todo el globo.

También el papa Francisco ha clamado para que el conflicto cese y se consoliden los contactos diplomáticos, además de pedir a todo el pueblo de Dios que rece por el fin de esta guerra sin sentido:

La Familia Vicenciana, desde el primer momento, ha manifestado su profundo rechazo a la invasión. Ya el 24 de febrero, el mismo día que comenzó la invasión, nuestros dirigentes publicaron una declaración expresando nuestra cercanía al pueblo ucraniano:

Carta a la Familia Vicenciana de Ucrania y Europa del Este

Todo parece indicar que las consecuencias de esta horrible invasión se prolongarán largo tiempo. Hoy, como siempre, la Familia Vicenciana se pregunta: «¿Qué se puede hacer?», y ya son varias las iniciativas que han surgido para ayudar al pueblo de Ucrania.

La Asociación Internacional de Caridades ha abierto un canal especial de ayuda:

Petición de ayuda para la AIC Ucrania

También las Hijas de la Caridad piden apoyo material para aliviar las necesidades en el terreno:

Únase a nosotros en la oración y el apoyo material para Ucrania y su pueblo

No son las únicas ramas que se han puesto en marcha. Como hizo san Vicente en su tiempo, dedicando todos sus esfuerzos para aliviar los males de la guerra, toda la Familia Vicenciana se pregunta: ¿Qué hacer? Algunos pensamientos:

• Pidamos a Dios y a la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa que este conflicto injusto llegue a su fin. Pidamos que los corazones de piedra se conviertan en corazones de carne.
• Apoyemos y participemos en las manifestaciones en contra de la guerra.
• Mantengámonos informados, desde fuentes fiables. Toda la información referente al conflicto publicada en la web famvin se puede consultar aquí.
• Informemos de las acciones que los miembros de la Familia Vicenciana están realizando —o van a realizar— en favor del pueblo de Ucrania. Podéis enviarnos las informaciones rellenando este formulario, y gustosamente las publicaremos.
• Compartamos en las redes sociales y las webs de las ramas vicencianas las iniciativas que ya están en marcha.
• ¿Hay algo más que podamos hacer?

Equipo de comunicaciones de la Familia Vicenciana Internacional