Durante el miércoles de ceniza se nos dice básicamente dos cosas:

1. «Arrepiéntete» (cambia tu forma de pensar). Cambia tu forma de pensar, aplacando al hombre viejo para ser consciente de un amor más grande que cualquier amor que hayamos conocido, ya sea de madre o padre, marido o esposa.

2. «Creer en la buena nueva» (vive de acuerdo con esta nueva forma de pensar). Si despertamos a la gracia de la que estamos rodeados, se convierte realmente en «Gracia sorprendente«. Si despertamos a la buena nueva del amor que Dios tiene por nosotros está a nuestro alrededor, queremos contar la buena nueva de cómo somos amados, amando a los demás como Dios nos ama. Y así vivimos de acuerdo con esta nueva forma de pensar.

El ejemplo de Vicente de Paúl

Vicente cambió y desarrolló su forma de pensar en toda una serie de cosas. Permítanme sugerir una. Al principio de su ministerio vio la necesidad de una predicación práctica y de la organización de la caridad. Su respuesta inicial a la cuestión de la predicación fue hacerla él mismo a través de las misiones parroquiales. Pronto se dio cuenta de la necesidad de mejorar el nivel de predicación de los párrocos locales. Su primera medida fue insistir en la formación permanente del clero local a través de lo que llamó las Conferencias de los Martes. Entonces se dio cuenta de que no bastaba con «estar al día» después de la ordenación, por lo que cambió, o más bien añadió, un nuevo enfoque. La formación inicial era prácticamente inexistente en su época. A lo largo de su vida creó una red de instituciones dedicadas a la formación inicial. A este cambio sistémico lo llamamos seminarios. Estos seminarios representaron un cambio sistémico en la formación del clero de su época.

Una mentalidad de cambio sistémico

Una mentalidad de cambio sistémico exige un cambio en nuestra forma de pensar. Implica un cambio para ir más allá de los ministerios de primeros auxilios y reconocer que es necesario, como nos recordaba el papa Juan Pablo II, buscar soluciones a largo plazo a los problemas que crean la necesidad de los primeros auxilios en los que nos hemos centrado. Mucha gente se resiste a incorporar el cambio sistémico a su forma de pensar. A algunos les cuesta entender por qué el cambio sistémico es una prioridad relativamente nueva en la Familia Vicenciana. Otros se resisten a dar una nueva mirada a la forma en que siempre han hecho las cosas y se preguntan por qué tienen que cambiar sus formas acostumbradas de hacer las cosas.

Cambiar nuestra forma de pensar hoy

• ¿Dar cosas es la mejor manera de arrepentirse o de cambiar tu forma de pensar?
• ¿Qué necesitas cambiar en tu forma de pensar sobre tu vida?
• ¿Estás abierto a cambiar tu forma de pensar para «buscar soluciones a largo plazo»?

Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk