¿Por qué la gente abandona la iglesia?

Es evidente que no vivimos en la misma iglesia que hace unos 50 años. El grado de obviedad depende de si uno tiene 60, 40 o 20 años. No hace falta mirar más allá de los bancos vacíos, el envejecimiento de los que están en los bancos, los cierres de parroquias, para verificar los hechos.

La pregunta más difícil es «por qué». Probablemente se encontrarán 5 respuestas diferentes incluso aunque sólo haya dos o tres personas que lo dialogan. He leído muchos estudios que buscan respuestas. Pero aún no he leído ninguno que exponga una idea obvia, pero tristemente pasada por alto, que se repite cíclicamente a lo largo de los siglos.

«… en el mundo moderno nos encontramos sobre todo con el extraordinario espectáculo de personas que recurren a nuevos ideales porque no han probado los antiguos. Los hombres se han cansado del cristianismo; nunca han encontrado suficiente cristianismo del que cansarse. Los hombres nunca se han cansado de la justicia política; se han cansado de esperarla». Chesterton

Hace unos 100 años, la revista Time observó que el «Príncipe de la Paradoja», G. K. Chesterton, siempre que era posible exponía sus argumentos con dichos populares, proverbios y alegorías, primero dándoles la vuelta cuidadosamente«.

La poderosa atracción del cristianismo más allá de las palabras

Las palabras desencadenaron el recuerdo del desafío al que se enfrentó Federico Ozanam hace unos dos siglos. Un compañero se burló del celoso Federico con una pregunta: «¿Qué hace tu iglesia por los pobres por los que Jesús parecía tan preocupado?».

La buena noticia es que la pregunta abrió los ojos de Federico. Con la ayuda de la hermana Rosalía Rendu, descubrió dos cosas.

• Los cristianos habían olvidado en gran medida las implicaciones de la enseñanza central de Jesús: el «Padre nuestro».
  Él y sus compañeros empezaron a responder al reto de Jesús llevando carbón a sus hermanos y hermanas que pasaban frío.

Su ejemplo atrajo a otros a unirse como la Sociedad de San Vicente De Paúl. Vivieron las palabras de Jesús. Hoy son más de 600.000 los que llevan las necesidades de la vida física y espiritual a los marginados en más de 150 países del mundo.

Las palabras de Chesterton también me hicieron recordar cómo en los primeros tiempos del cristianismo la gente reconocía a los cristianos por su amor.

La lección que extraigo de esto es que cada generación debe aprender de nuevo lo que significa probar el cristianismo, traducir las palabras y las creencias en acciones.

Tomar en serio estas ideas

Los visitantes de este sitio pueden haber notado algo sobre estos «paseos mentales» de los que no era consciente anteriormente.  Hay un hilo conductor en varios mensajes. He escuchado el reto de ir más allá de mi cabeza y pasar a acciones concretas.  El hilo es una variación de una pregunta.

¿Entiendo realmente… y traduzco en acciones lo que Jesús enseñó?

• El Padrenuestro
• «Haced esto en memoria mía… Este es mi mandamiento… lavaros los pies unos a otros»

Jesús no podría haber traducido las implicaciones eternas de forma más explícita que cuando describió lo que Dios dirá en el último día.

Entonces los justos le responderán y dirán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te visitamos?

Y el rey les responderá: ‘Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis por mí’.

Mt 25,37

Ciertamente, sus palabras se tradujeron en hechos en la cruz.

Tal vez la gente está abandonando las iglesias hoy en día porque no han sido inspirados por nuestra traducción de las palabras de Jesús en acción.

¿Cómo de bueno soy a la hora de encarnar las palabras de Jesús?

Publicado originalmente en Vincentian Mind Walk