Bajo las circunstancias más difíciles, florece el espíritu innovador y trabajador vicenciano. En Filipinas, un país azotado por la pobreza y los desastres naturales, multiples proyectos de la Campaña “13 Casas” (junto con muchas otras iniciativas vicencianas locales) trabajan para cambiar la vida de miles de personas sin hogar.
Esos proyectos difieren en escala y enfoque, dependiendo de las realidades locales, pero comparten una meta en común. Esta diversidad no solo muestra el poder y la creatividad de las ramas vicencianas, sino también que la Campaña “13 Casas” es lo suficientemente flexible para incluir diferentes proyectos y aspiraciones.
Se basa en más de 150 años de presencia vicenciana en Filipinas, que 85 millones de creyentes, es el tercer país católico más grande en el mundo. La escala del trabajo vicenciano refleja las necesidades del país, con un abrumante 43% del total de la población viviendo en barrios marginales en 2018, según datos del Banco Mundial. De igual manera, su ubicación geográfica lo vuelve propenso al impacto de tifones cada vez más fuertes convirtiéndolo en una frontera del cambio climático.
Es por esto que el apoyo a personas desplazadas por desastres naturales es un elemento fundamental de la Campaña “13 Casas” en Filipinas, ayudando a las familias a reubicarse y haciendo sus casas más resistentes. Así, la Vincentian Foundationimpulsada por la Congregación de la Mision, apoya a personas desplazadas por tifones en Bolusao (Samar Oriental) y Awao (Davao de Oro). El objetivo principal es empoderar a las comunidades a adquirir tierras locales y construir nuevas y mejores. La Vincentian Foundation es pionera en proyectos colaborativos entre organizaciones de base, autoridades locales, el sector privado y la Iglesia. El plan es construir cientos de casas para las familias en Awao, Bolusao y otras comunidades en el pais.
Estos proyectos van más allá de solo construir casas. Ayudarán a la comunidad a desarrollarse de manera integral y abordarán otros temas como salud educación, sustento y espiritualidad. Tener un techo apropiado sobre sus cabezas los empoderará para vivir una vida digna de un ser humano, creando cambios duraderos y sistémicos.
La AIC también está apoyando víctimas de los tifones más recientes. En la ciudad de Naga, ayudan a familias a reconstruir sus casas tras haber sido destruidas por tres tifones consecutivos con semanas de diferencia en 2020. La combinación de materiales ligeros y fuertes vientos causaron una destrucción generalizada.
La unidad de las Damas de Seton de la AIC de Filipinas apoyó la reparación de las casas de 40 familias y luego se centró en 10 de las familias más vulnerables, pero que tenían su propia tierra otorgada por el gobierno. Miembros de las familias con habilidades en carpintería y albañilería ayudarán en la construcción y proveerán sustento para sus familias. Colaboran con el Departamento de Comercio e Industrias para proporcionar kits iniciales de subsistencia.
Finalmente, el proyecto “Solo una Casa” busca mostrar que todo puede comenzar con “Solo una Casa”, ayudando a una familia y luego ampliarlo para alcanzar a muchas. Conmovida por las deplorables condiciones de vida de una familia, una integrante de las Juventudes Marianas Vicencianas, viviendo en Malitbog (Leyte del Sur)notó la ausencia de otras ramas vicencianas a su alrededor y se acercó a su red de amigos y familia. En cuestión de semanas, el proyecto ya había reunido fondos y construido diez casas y ahora quiere reconstruir un total de 30. Está recibiendo apoyo de las autoridades locales, la comunidad y muchos vicencianos en Filipinas.
Los vicencianos están mostrando cómo transformar vidas y crear un mejor futuro para los más pobres de los pobres en Filipinas. Desde iniciativas de menor tamaño hasta proyectos a gran escala, podemos terminar con el sinhogarismo ¡una casa a la vez!
Fuente: Vincentian Homeless Alliance
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