DÍA 7: Padre en la hospitalidad/acogimiento
Motivación Inicial: Tengamos ese celo de edificar al pueblo, haciéndole ver cómo hay que tratar la palabra de Dios, tratándola nosotros mismos como es debido; pues, creedme, él se porta con respeto en la iglesia y aprecia la palabra de Dios, si ve que nosotros la estimamos (SV XI, 601)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canto a elegir.
Oración inicial
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal.
¡Amén!
Meditando la Palabra de Dios: Lc 2,16-20.
Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Momento de reflexión y silencio.
Preguntas para compartir:
- ¿Conservo el espíritu de hospitalidad y acogida a los demás, diferentes a mí en mi camino vocacional?
- ¿El rostro de los consagrados y los consagradas vicentinos transmite una acogida a las diferentes realidades emergentes, en medio de los jóvenes y los vocacionales?
Preces
Palabra de San Vicente:
Se los llevaban de todas partes para que los librase y los curase, y él procuraba poner remedio. ¿Por qué vamos a condenar esto entre nosotros, cuando intentamos imitar a nuestro Señor en una cosa, que él indicó que le agradaba tanto? Si recibió a los locos y a los endemoniados, ¿por qué no los vamos a recibir nosotros? No vamos a buscarlos, sino que nos los traen; ¿qué sabemos nosotros si su providencia, que así lo ordena, no quiere servirse de nosotros para remediar la enfermedad de esas pobres gentes! (SV XI, 394)
Palabra del Papa Francisco:
La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Sólo a partir de esta acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más grande, un significado más profundo. La acogida de José nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero.
Oración final
Oh Glorioso San José, hombre justo, fiel y bueno. Eres reflejo de la paternidad de Dios y patrono de las vocaciones vicencianas. Por ti ponemos nuestra esperanza y confianza en Jesús.
San José, a quien Dios encomendó el cuidado de la Familia de Nazaret, sea el padre y protector de nuestra Familia Vicenciana e inspíranos con la gracia de vivir siempre en fidelidad y amor, sobre todo el compromiso por el derecho y la justicia hacia el los más pobres.Toma nuestros jóvenes vocacionados, nuestras comunidades, provincias y trabajos bajo tu protección.
Oh Dios, por intercesión de San José, “envía buenos operarios a tu Iglesia, para trabajar en tu viña, que sean buenos de verdad, aunque sean en menos número (SVP)”. Amén.
San José, ruega por nosotros.
San Vicente de Paúl, ruega por nosotros.
Autor: Ramon Aurélio Júnior da Cunha (Província Brasileira da Congregação da Missão)
Traducción: Cleber Fábio Oliveira Teodósio
Fuente: Servicio de Animación Vocacional Vicentino – Brasil
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Saludos desde Brasil. Acompaño esta novena con mis oraciones. Aprender de José, un padre en la hospitalidad que nos invita a recibirnos, sin exclusiones, como son, reservando una especial predilección por los más pobres y frágiles. Como también lo hizo San Vicente de Paúl en el siglo XVII, como debemos hacer hoy, en el aquí y ahora, en el siglo XXI.
Pidamos a Dios que nos conceda un corazón generoso y una hospitalidad como la de San José.